Desde el 1 de enero, se han registrado casi 21,500 casos de mpox y 591 muertes en trece países africanos, según la agencia de salud de la Unión Africana. Los casos se han detectado en países como Burundi, Camerún, República Democrática del Congo, Kenia, Nigeria y Uganda, entre otros. La tasa de letalidad de la enfermedad es del 2,9%, con Gabón confirmando su primer caso y otros países como Sierra Leona y Malaui examinando casos sospechosos.
En una carta dirigida a los ministros de Salud del continente, el director general de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (África CDC) alertó sobre los desafíos en la respuesta contra la enfermedad, incluyendo el bajo nivel de recursos internos de los Estados miembros de la UA y la limitada aprobación de vacunas en solo tres países africanos. Se resalta la importancia de que otros países aprueben la introducción de vacunas para combatir la enfermedad.
La mpox fue declarada como una emergencia de salud pública de seguridad continental por África CDC y un día después la OMS declaró el estado de alerta sanitaria a nivel internacional por la rápida expansión y elevada mortalidad de la nueva variante en el continente africano. Se destaca que la variante clado 1b es diferente a la clado 2 que causó un brote violento en 2022 y llevó a la declaración de la emergencia sanitaria de alcance internacional entre 2022 y 2023.
El director de África CDC señaló la importancia de que los líderes africanos se unan firmemente para alzar su voz en la lucha contra la enfermedad, ya que existe un riesgo de que África no sea considerada en la distribución de vacunas si no se incrementa la demanda por parte de los países africanos. Se destaca la tensión en la creciente demanda de vacunas por parte de naciones occidentales y el monopolio en la fabricación de vacunas como desventajas para África.
La mpox, antes conocida como viruela del mono, puede provocar inflamación de los ganglios y erupciones cutáneas dolorosas o con picor, como granos o ampollas. Es fundamental que los países africanos aprueben la introducción de vacunas para combatir la enfermedad y garantizar la salud de la población. La rápida expansión y elevada mortalidad de la nueva variante en el continente africano ha llevado a las organizaciones de salud a tomar medidas de alerta sanitaria a nivel internacional.