Un reciente estudio realizado por Sapien Labs analizó la relación entre la religión, la espiritualidad y el bienestar mental en América Latina, destacando que la religión y la espiritualidad tienen una influencia significativa en la vida de los latinoamericanos en comparación con otras regiones del mundo. El estudio encuestó a más de 239,000 individuos en más de 60 países, utilizando una evaluación llamada Cociente de Salud Mental (MHQ) que evalúa diferentes aspectos de sentimientos y funciones mentales.
Los resultados del estudio mostraron que la religión y la espiritualidad están asociadas con un mejor bienestar mental, principalmente debido a un mayor amor y cuidado por el bienestar de los demás, que se ve potenciado por la práctica religiosa activa. En el caso de República Dominicana, el país obtuvo una alta puntuación en su escala de bienestar mental, destacándose por su amor a la comunidad, espiritualidad y religiosidad, con un alto porcentaje de la población identificándose con alguna religión y siendo practicantes activos.
Los hallazgos del estudio muestran que profesar amor y cuidado por los demás, así como vivir de manera más espiritual, beneficia el bienestar mental de las personas. Tener creencias religiosas o ser más espiritual contribuye a reducir los síntomas depresivos, tendencias suicidas y el consumo de sustancias, así como a afrontar mejor momentos adversos. Además, la capacidad de amar y cuidar de otros tiene beneficios tanto psicológicos como físicos, potenciando las conexiones sociales y fortaleciendo los lazos comunitarios.
Tara Thiagarajan, fundadora de Sapien Labs, destaca que la espiritualidad se relaciona con un mayor grado de amor y cuidado hacia los demás, mientras que los ateos tienen más probabilidades de no amar ni cuidar a otros. Independientemente de la religión o la creencia, la práctica religiosa activa está asociada con una mayor espiritualidad y amor por los demás, lo que se traduce en un mayor bienestar mental. América Latina lidera en amor por los demás, destacándose por su actividad religiosa y espiritualidad.
En general, el estudio resalta que aquellos que son espirituales tienen una mayor tendencia a amar y cuidar del bienestar de un círculo más amplio de personas, mientras que los ateos tienen menos probabilidades de demostrar amor. El aumento en el bienestar mental a través de la espiritualidad se debe al incremento en los sentimientos de amor y cuidado por los demás, lo que sugiere que la espiritualidad sin amor no tiene beneficios para el bienestar mental. Por otro lado, las regiones más religiosas del mundo, como América Latina, el Sudeste Asiático y África Subsahariana, muestran un mayor amor por los demás en comparación con Europa y Oceanía.