El secetario general de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría ha declarado que casos como el de Génesis Lugo sugieren la presencia de depresión mayor. El aumento de la depresión se ha convertido en la segunda causa de discapacidad laboral después de las enfermedades cardiovasculares. En el caso de Ana García, la médico militar que decapitó a su hija de seis años, se sospecha que sufre un trastorno psicótico, posiblemente esquizofrenia.
El doctor Víctor Figueroa ha mencionado que casos como el de Ana García no son comunes, pero sí son impactantes y acaparan la atención de los medios. También ha recordado casos similares en otros países, como el de Andrea Yates en Estados Unidos. Figueroa ha destacado la importancia de no caer en el sensacionalismo al informar sobre estos casos y ha señalado que son los psiquiatras forenses los encargados de realizar evaluaciones más detalladas.
En cuanto al suicidio de Génesis Lugo, Figueroa ha mencionado que muchos casos de suicidio no implican un deseo de morir, sino de acabar con el sufrimiento. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una persona se suicida cada 40 segundos en el mundo. En el caso de Génesis, se sospecha la presencia de depresión mayor. El suicidio, según Figueroa, es el resultado de una situación mental en la que la persona busca finalizar el sufrimiento.
El país enfrenta un déficit de psiquiatras, con solo 286 miembros en la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, a pesar de que se necesitan entre 700 y 800 para una población de más de diez millones de habitantes. Figueroa ha destacado la importancia de expandir los servicios de salud mental a comunidades más alejadas y de trabajar en la eliminación del estigma asociado a los trastornos mentales. A pesar del cierre del hospital mental conocido como el 28, el doctor considera que es un avance importante para la integración de la psiquiatría en la atención hospitalaria general.
En el caso de Lourdes Penélope Pérez, la madre que cortó el cuero cabelludo de su hija, se sospecha de un problema relacionado con el control de los impulsos, así como un aspecto sociocultural en el que el castigo a los hijos puede jugar un papel importante. Figueroa ha subrayado la importancia de evaluaciones detalladas para determinar si existen trastornos mentales o rasgos de personalidad que puedan predisponer a este tipo de comportamientos. En general, el país necesita invertir más en servicios de salud mental y seguir trabajando para que la atención en esta área sea constante y efectiva.