En la República Dominicana, la mayoría de las empresas son lideradas por hombres, según la Encuesta Nacional de actividad Económica 2023 de la Oficina Nacional de Estadísticas. El 79.4% de las empresas tienen a un hombre como máxima autoridad, mientras que solo el 13.8% cuentan con una mujer en dicho puesto. Además, un 6.7% de las empresas son lideradas por ambos sexos, y solo un 0.1% de los encuestados prefirió no responder.
Se destaca que en la mayoría de las actividades económicas, se observa una predominancia masculina en las posiciones de liderazgo empresarial en comparación con las mujeres. Por ejemplo, en sectores como suministro de electricidad, construcción, explotación de minas y canteras, e Industrias manufactureras, la presencia de hombres como máximos líderes es prácticamente del 100%. Esto se traduce en que aproximadamente 90 de cada 100 empresas en estas actividades son dirigidas por hombres.
No obstante, también hay sectores en los que se ha observado una mayor presencia de mujeres en posiciones de liderazgo. Según el informe, los sectores de información y comunicaciones (25.0%) y alojamiento y servicio de comidas (23.2%) son los que muestran una mayor presencia femenina en estas posiciones. A pesar de esto, la brecha de género en el liderazgo empresarial en República Dominicana sigue siendo notable, con una clara ventaja para los hombres en la mayoría de las actividades económicas.
La brecha de género en el liderazgo empresarial es un tema relevante que requiere mayor atención y acciones concretas para promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Es fundamental fomentar políticas y prácticas que favorezcan la participación y el ascenso de las mujeres en puestos de liderazgo, así como eliminar los obstáculos y prejuicios que puedan estar limitando su acceso a dichas posiciones.
En este sentido, es necesario promover la igualdad de género en todas las esferas de la sociedad, incluyendo el ámbito empresarial, para garantizar un desarrollo sostenible e inclusivo. La diversidad de género en los puestos de liderazgo no solo es una cuestión de justicia y equidad, sino que también contribuye a la toma de decisiones más efectivas, la innovación y el éxito empresarial a largo plazo.
Es importante que tanto el sector público como el sector privado trabajen en conjunto para implementar políticas y programas que fomenten la igualdad de género en el liderazgo empresarial y promuevan un entorno laboral inclusivo y equitativo para todas las personas, independientemente de su género. Solo a través de un esfuerzo conjunto y continuo se podrá avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y próspera para todas y todos.