El gobierno de Venezuela ha expresado su indignación por un nuevo ataque eléctrico que causó un apagón nacional el pasado viernes. Las autoridades responsabilizan a la oposición, a la que llaman la "extrema derecha", por este incidente. El ministro de Interior, Diosdado Cabello, prometió que habrá justicia para aquellos que atacan el sistema eléctrico y planean actividades contra el pueblo venezolano. Aseguró que el Gobierno está tomando medidas para restablecer el servicio eléctrico lo antes posible y evitar futuros ataques.
El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, también señaló que este sabotaje forma parte de un plan golpista asumido por la oposición. En particular, mencionó a Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, miembros destacados de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), a los que acusa de estar detrás de este tipo de acciones. El país se encuentra en una crisis política tras la proclamación de Nicolás Maduro como presidente por el Consejo Nacional Electoral, un resultado cuestionado por la oposición y varios países por posibles irregularidades.
A pesar de la puesta en marcha de un plan especial de patrullaje y vigilancia por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en instalaciones eléctricas desde finales de junio, este nuevo apagón nacional ocurrió. El presidente Maduro había advertido previamente sobre posibles ataques por parte de grupos de la extrema derecha. En Venezuela, los apagones son frecuentes en diferentes estados de la nación y a menudo duran días, afectando a los ciudadanos de todo el país.
En marzo de 2019, Venezuela experimentó un gran apagón nacional que duró cuatro días, el cual también fue atribuido a la oposición y a países como Estados Unidos y Colombia. Este tipo de incidentes afectan la vida diaria de los venezolanos, que sufren las consecuencias de la inestabilidad política y los problemas en el sistema eléctrico. La falta de energía eléctrica impacta en la economía del país, así como en la calidad de vida de la población.
El Gobierno venezolano ha reiterado su compromiso con restablecer el servicio eléctrico de manera gradual, aunque no especificó un plazo para solucionar la situación. Se espera que medidas de seguridad adicionales se implementen para prevenir futuros ataques contra el sistema eléctrico. Mientras tanto, la oposición continúa denunciando el fraude electoral y luchando por el reconocimiento de sus resultados, lo que contribuye a la creciente tensión política en el país caribeño.
La situación en Venezuela sigue siendo delicada, con el pueblo enfrentando crisis constantes en diversos aspectos de la vida cotidiana. La incertidumbre política se suma a los problemas económicos y sociales, lo que genera preocupación y malestar entre la población. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por mantener el control y garantizar la estabilidad, la polarización política y los conflictos internos persisten, lo que complica aún más la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrenta el país.