Los vendedores de pollo en la República Dominicana están enfrentando una difícil situación, ya que los altos precios han provocado una disminución en las ventas. Muchos comerciantes se encuentran preocupados por la falta de circulación de dinero y ven con desesperación cómo sus productos se quedan en los mostradores sin encontrar compradores. Felicia Rumano, quien ha estado en el negocio por más de 30 años, depende de la venta de carne para sobrevivir y ha expresado su preocupación por la situación actual.
Además del aumento de precios, los vendedores están lidiando con la escasez de pollo en el mercado. Algunos atribuyen esta situación al calor y otros factores que han afectado la producción y distribución del alimento. Joan Carlos, por ejemplo, menciona que solía recibir hasta 50 libras de pollo de sus proveedores, pero ahora solo le entregan 30 libras. Esta situación no solo afecta a los vendedores, sino también a los consumidores que buscan alternativas más económicas para alimentar a sus familias.
Ante esta problemática, los vendedores hacen un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas que ayuden a estabilizar los precios del pollo y permitan que sea un alimento accesible para todos. La falta de circulación de dinero y la escasez del producto han generado una crisis en el mercado local, lo que ha llevado a una disminución en las ventas y a un aumento en la preocupación de los comerciantes. Es importante encontrar soluciones efectivas para garantizar que tanto vendedores como consumidores puedan satisfacer sus necesidades de manera adecuada.
La situación actual ha convertido al pollo, que solía ser un alimento básico en las mesas de las familias dominicanas, en un lujo inaccesible para muchos. Felicia Rumano y otros vendedores se ven afectados por la falta de demanda y la dificultad para mantener sus negocios a flote en medio de la crisis económica. La incertidumbre sobre el futuro de la industria avícola en el país ha generado preocupación entre los comerciantes, que buscan soluciones urgentes para revertir la situación y recuperar la estabilidad en el mercado.
A pesar de los desafíos actuales, los vendedores de pollo siguen trabajando arduamente para mantener sus negocios a flote y proporcionar alimentos a sus comunidades. La solidaridad y el apoyo mutuo entre los comerciantes son fundamentales en momentos de crisis como el actual, donde la incertidumbre y la inestabilidad económica pueden afectar gravemente a las familias dominicanas. Es necesario que se tomen medidas concretas para abordar la crisis del pollo y garantizar que este alimento básico vuelva a estar al alcance de todos, sin importar su situación económica.