El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a la calma tras un nuevo apagón nacional, calificándolo como un ataque criminal contra el sistema eléctrico. Responsabilizó al fascismo de atacar al pueblo y aseguró que juntos superarán esta situación. El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, indicó que este sabotaje forma parte de un plan golpista liderado por la oposición, especialmente por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y su líder María Corina Machado.
El titular de Interior, Diosdado Cabello, prometió que habrá justicia por este nuevo ataque eléctrico y destacó que el país atraviesa una crisis política, marcada por la proclamación de Nicolás Maduro como presidente a pesar de los resultados desconocidos y cuestionados. La oposición ha denunciado fraude electoral y sigue reclamando la victoria de Edmundo González Urrutia. Este nuevo apagón se produjo a pesar de las medidas de vigilancia implementadas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en las instalaciones eléctricas durante las 24 horas del día.
Venezuela ha estado experimentando apagones frecuentes en diferentes regiones del país, siendo algunos de larga duración y afectando a la población de manera regular. El último gran apagón nacional ocurrió en marzo de 2019, cuando el país estuvo cuatro días sin luz, siendo atribuido por el Gobierno a la oposición y a la intervención de Estados Unidos y Colombia. Nicolás Maduro ha denunciado planes de grupos de extrema derecha para desestabilizar el sistema eléctrico y causar daño al país.
El llamado a la calma por parte del presidente Maduro se ha producido en medio de una situación de tensión política y social en Venezuela, con acusaciones mutuas entre el Gobierno y la oposición. La inhabilitación política de María Corina Machado y la proclamación de Maduro como presidente han exacerbado las diferencias y la incertidumbre en el país. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha reforzado su presencia en las instalaciones eléctricas para evitar nuevos sabotajes y garantizar la estabilidad del sistema.
La crisis eléctrica en Venezuela se suma a la larga lista de desafíos que enfrenta el país, incluyendo la crisis económica, la escasez de alimentos y medicinas, y la falta de servicios públicos básicos. La población venezolana sigue enfrentando dificultades para acceder a servicios básicos y para mantener un nivel de vida digno. El Gobierno de Nicolás Maduro ha prometido tomar medidas para garantizar el suministro eléctrico y mejorar la infraestructura del país, pero los resultados siguen siendo insuficientes.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Venezuela y ha llamado al diálogo entre el Gobierno y la oposición para resolver la crisis política y social. Organismos internacionales y diversos países han instado a respetar los derechos humanos y la democracia en el país, y han ofrecido su apoyo para encontrar una solución pacífica y democrática a la crisis. Mientras tanto, la población venezolana sigue esperando mejoras en sus condiciones de vida y en la estabilidad del país.