El dengue es una enfermedad infecciosa viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, causando síntomas como fiebre, náuseas, vómitos y dolores musculares. Esta enfermedad presenta un problema importante en el sistema de salud debido a su comportamiento endémico y epidémico. Se transmite a través de la picadura del mosquito y no de persona a persona, aunque se han registrado casos de transmisión materno-fetal. Los factores que facilitan la propagación del mosquito incluyen las condiciones climáticas húmedas y criaderos como tanques de agua, latas, neumáticos y botellas almacenadas en los patios.
La enfermedad suele durar alrededor de siete días y puede presentarse más de una vez debido a las cuatro variedades de dengue, cada una confiriendo inmunidad permanente. Es importante buscar asistencia médica si se presentan síntomas como fiebre, vómitos y dolores intensos por más de dos días. Las poblaciones más vulnerables a complicaciones incluyen ancianos, embarazadas, niños menores de un año y pacientes con enfermedades crónicas. La enfermedad puede causar complicaciones como sangrados, choque hipovolémico y afectación de órganos si no se recibe tratamiento a tiempo.
Para prevenir la enfermedad, es importante eliminar los criaderos de mosquitos en áreas urbanas con alta concentración de desechos y agua estancada. Se debe utilizar repelente, ropa adecuada y fumigar áreas comunes para evitar la proliferación del mosquito. No existen medicamentos específicos para tratar el virus del dengue, por lo que el tratamiento se centra en aliviar los síntomas con hidratación, reposo y analgésicos como el acetaminofén. Las complicaciones del dengue pueden manifestarse con síntomas como dolor abdominal intenso, dificultad respiratoria y sangrado de encías y nariz.
La enfermedad impacta negativamente en la población al causar pérdidas de vidas humanas, disminución de la productividad laboral, gastos para las familias y el sistema de salud, y sobrecarga de los servicios sanitarios. La prevención del dengue incluye medidas como tapar adecuadamente los recipientes de agua, eliminar depósitos de agua estancada en patios y jardines, limpiar los espacios y utilizar repelentes. Ante la presencia de síntomas de dengue, es importante acudir al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento oportuno. La enfermedad se presenta en tres fases: febril, crítica y de recuperación, con signos que indican la necesidad de atención médica inmediata.