El Día del Trabajo en Estados Unidos, que se celebra el 2 de septiembre, coincide con la campaña para las próximas elecciones presidenciales. En Michigan, estado conocido por su industria automotriz, los trabajadores se movilizan y su voto es crucial para las elecciones, ya que podrían inclinar el estado hacia el bando republicano, siendo tradicionalmente demócrata.
Durante las marchas del Día del Trabajo en Detroit, se reclaman promesas hechas por las grandes empresas automotrices durante huelgas anteriores, como aumentos salariales. Sin embargo, algunas plantas siguen cerradas y Stellantis anunció despidos debido a la caída de las ventas de vehículos en Estados Unidos. Esto ha generado nuevas amenazas de huelgas en un estado que podría cambiar de bando político en las elecciones.
Muchos votantes en Michigan aún no han decidido su voto, ya que se sienten inseguros sobre su futuro laboral y económico. Los precios de los alimentos han subido casi un 25% desde las últimas elecciones presidenciales, lo que ha llevado a un aumento en la pobreza y la precariedad laboral. Este empobrecimiento podría tener un gran impacto en las elecciones presidenciales, especialmente en un estado tradicionalmente demócrata como Michigan.
Los trabajadores precarizados de empresas como Stellantis se enfrentan a la incertidumbre laboral y la dificultad para llegar a fin de mes. Algunos trabajadores han expresado su apoyo a candidatos como Trump, argumentando que confían en que no aumentarán los precios de la gasolina y los alimentos. Esto ha llevado a un aumento en la intención de voto por Trump en Michigan, según encuestas locales.
El pastor Curtiss, que coordina la distribución de alimentos en Detroit, ha visto cómo el número de personas necesitadas ha aumentado significativamente desde la pandemia. La inflación y el aumento de los precios de los alimentos están afectando a la población de Michigan, lo que podría influir en sus decisiones electorales. A medida que la gente se siente defraudada por los demócratas, la decisión sobre su voto se vuelve más complicada.
En Michigan, un estado clave en las elecciones presidenciales, el voto obrero y sindical podría ser determinante. A pesar de que Kamala Harris ha logrado recortar distancias en intención de voto con Donald Trump, puede que no sea suficiente para asegurar la victoria en este estado. El futuro político de Michigan y el impacto de la precariedad laboral y la inflación en las decisiones electorales son temas cruciales en la campaña hacia las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.