El presidente Luis Abinader y el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, aclararon que el avión confiscado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos no pertenecía al presidente Nicolás Maduro Moros ni al gobierno de Venezuela, sino a un ente privado. La aeronave se encontraba en territorio dominicano para fines de mantenimiento y no estaba a nombre del gobierno venezolano, sino de un particular. Se mencionó que en República Dominicana hay aproximadamente 40 aviones recibiendo mantenimiento.
El ministro Álvarez explicó que la nave fue retenida por el Ministerio Público en mayo pasado a solicitud de autoridades estadounidenses como parte de una investigación criminal. Finalmente, el lunes pasado fue confiscada por Estados Unidos. La solicitud de cooperación jurídica internacional tenía como objetivo inmovilizar la aeronave y realizar registros de evidencias relacionadas con actividades de fraude, contrabando y lavado de activos. Las autoridades dominicanas recibieron la sentencia del tribunal competente para entregar el avión a Estados Unidos.
El avión confiscado es un jet privado de color blanco con rayas azules y rojas, con matrícula J7 ESPERT, Dassault Falcon 900 Ex. Desde el 19 de mayo de este año, la aeronave se encontraba dentro de un hangar en el aeropuerto Joaquín Balaguer, en Santo Domingo Norte. El Canciller señaló que las autoridades dominicanas no han participado en la investigación llevada a cabo por las autoridades judiciales de Estados Unidos, por lo que el Gobierno Central no emitirá una opinión al respecto y remitió al Ministerio Público, considerado como independiente, para obtener más detalles sobre la incautación del avión.
Por otra parte, Nicolás Maduro emitió un comunicado criticando la acción de Estados Unidos. El presidente de Venezuela cuestionó la confiscación del avión y denunció la intervención de Estados Unidos en asuntos internos de otros países. Maduro afirmó que se trata de una injusticia y una violación a la soberanía de Venezuela. En el comunicado, el mandatario venezolano exigió la devolución inmediata de la aeronave y calificó la acción como un acto de guerra contra su gobierno y contra la soberanía de Venezuela.
El presidente Abinader viajó a Nueva York y Washington este martes, lo que generó expectativas sobre posibles discusiones o reuniones relacionadas con el avión confiscado. Se desconoce si el tema del avión fue abordado durante las reuniones en Estados Unidos. El gobierno dominicano ha mantenido una postura de neutralidad en este asunto, remitiendo a las autoridades judiciales para obtener más información. La polémica en torno al avión confiscado continúa y se espera que se aclaren más detalles sobre el proceso de incautación y las implicaciones para las relaciones internacionales entre República Dominicana, Venezuela y Estados Unidos.