El año pasado, Hugo presenció la trágica muerte de su amigo José Arturo González Mendoza, en un campo de batatas de Carolina del Norte, donde ambos trabajaban como agricultores migrantes. Mendoza murió debido a las duras condiciones laborales, incluyendo el intenso calor, la falta de descanso y agua potable. A pesar de las advertencias de que se sentía mal, la gerencia de la granja no brindó ayuda médica a tiempo. Esta tragedia pone de manifiesto los peligros a los que se enfrentan los trabajadores migrantes en Estados Unidos, quienes a menudo realizan trabajos peligrosos en sectores como la agricultura, la construcción y el transporte.
La muerte de Mendoza no es un caso único, ya que la industria agrícola tiene una de las tasas más altas de muertes en el lugar de trabajo, seguida por el transporte y la construcción. En los últimos años, ha habido varios incidentes graves que han dejado múltiples muertes, como el colapso de un puente en Baltimore y un accidente de autobús en Florida, donde trabajadores agrícolas perdieron la vida. Los migrantes, especialmente los trabajadores con visas temporales como la H2A, son vulnerables a condiciones laborales extremas y a la falta de protección laboral.
La situación de los trabajadores migrantes en Estados Unidos se ve agravada por la crisis migratoria en la frontera y la retórica antiinmigrante en el país. A pesar de los esfuerzos del Departamento de Trabajo para implementar reglas que protejan a los trabajadores agrícolas temporales, la discriminación y los abusos persisten. Muchos trabajadores, incluyendo Hugo, se ven obligados a soportar largas jornadas laborales, bajos salarios y condiciones inseguras, sin poder denunciar debido al temor a represalias por parte de los empleadores.
La producción lechera es uno de los sectores más peligrosos para los trabajadores agrícolas, ya que están expuestos a químicos tóxicos, maquinaria peligrosa y riesgos relacionados con los animales. Olga, una trabajadora migrante indocumentada en una granja lechera en Vermont, relata la experiencia traumática de ver a su hermana gravemente herida en un accidente laboral. A pesar de las condiciones de trabajo inseguras, muchos trabajadores migrantes continúan laborando en la agricultura debido a la falta de opciones y a la necesidad de enviar dinero a sus familias en sus países de origen.
La esclavitud moderna es otra realidad para muchos trabajadores migrantes en Estados Unidos, quienes son vulnerables a la explotación laboral y a los abusos por parte de empleadores sin escrúpulos. La investigación federal en Florida, Texas y Georgia reveló condiciones de trabajo similares a la esclavitud moderna, con trabajadores agrícolas con visas H2A siendo víctimas de trata y lavado de dinero. A pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones laborales, la retórica antiinmigrante y las políticas migratorias restrictivas dificultan la protección de los derechos de los trabajadores migrantes en el país.
La falta de protección laboral, la discriminación y las condiciones inseguras siguen siendo una realidad para muchos trabajadores migrantes en Estados Unidos. A pesar de las medidas implementadas por el gobierno para mejorar las condiciones laborales, los trabajadores siguen enfrentándose a riesgos en sus lugares de trabajo. Es fundamental abordar estos problemas y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores, independientemente de su estatus migratorio. El reconocimiento y el respeto por los derechos laborales de los migrantes son esenciales para crear un entorno laboral seguro y justo para todos.