El Banco Central de la República Dominicana ha mantenido su tasa de política monetaria en 3% desde agosto de 2020 hasta octubre de 2021, mientras que la tasa de la Reserva Federal de EE. UU. era del 0%. Posteriormente, ante presiones inflacionarias a nivel mundial, aumentó la tasa en once ocasiones, alcanzando un 8,50% en abril de 2023. Sin embargo, tras una disminución en las presiones inflacionarias, el Banco Central redujo la tasa a 7% en mayo de 2023, manteniéndola en ese nivel a pesar de dos aumentos en la tasa de la Reserva Federal.
Aunque la inflación ha cedido y la tasa de interés está en el rango meta, el Banco Central no ha reducido aún su tasa de política monetaria desde noviembre de 2023. Esto se debe a la responsabilidad en el ejercicio gerencial y a la necesidad de evitar un ensanchamiento de la brecha entre su tasa y la de la Reserva Federal, lo cual podría provocar una salida de capitales y un impacto negativo en el tipo de cambio y los precios internos.
El Banco Central debe considerar el comportamiento de la tasa de interés de la Reserva Federal al tomar decisiones sobre su política monetaria. Moverse en esta línea fina entre los objetivos de la política monetaria es garantía de éxito. A pesar de las expectativas de reducción de la tasa de interés en EE. UU., solo se espera que se produzcan dos reducciones este año, lo que puede verse afectado por complicaciones como el incremento del gasto público y la situación de la cuenta corriente del Tesoro en la Reserva Federal.
La estabilidad de la economía estadounidense es crucial para el Banco Central dominicano, ya que cambios bruscos en la política monetaria en EE. UU. podrían afectar la economía local. La incertidumbre causada por el covid-19 y el aumento del gasto público en un año electoral en EE. UU. representan desafíos adicionales que podrían obstaculizar el aterrizaje suave de la economía estadounidense y tener repercusiones en la República Dominicana.
En este contexto, el Banco Central debe mantenerse alerta y tomar decisiones prudentes para proteger la economía del país de posibles impactos externos. La coordinación con otras entidades financieras internacionales, como la Reserva Federal, es fundamental para asegurar la estabilidad financiera y evitar salidas de capitales que puedan afectar la economía local. En definitiva, el equilibrio entre la política monetaria interna y los cambios en el panorama financiero internacional es clave para garantizar un crecimiento económico sostenible en la República Dominicana.