La activista María Jesús Pola, miembro del Foro Feminista Magaly Pineda, lamenta la persistencia de métodos agotados para abordar los altos índices de feminicidios en la República Dominicana. Se queja de que actores del sistema penal minimicen los casos de violencia de género y culpabilicen a las mujeres por circunstancias externas, debido a barreras socioculturales y creencias sexistas y clasistas arraigadas en la sociedad dominicana.
Susi Pola lleva 40 años abogando por la causa feminista, reflexionando sobre la grave situación social en el país y la necesidad de seguir luchando para cambiarla. Según ella, es necesario desmontar el imaginario que culpa a las mujeres todo el tiempo, y superar los moralismos y creencias sexistas y clasistas que impiden avanzar en la lucha por los derechos de las mujeres.
La activista señala que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha advertido que los agresores de mujeres en el ámbito familiar son del tipo de delincuentes más peligrosos, por su obsesiva persistencia en acosar y agredir a sus víctimas. Sus estudios indican que un alto porcentaje de mujeres víctimas de violencia de género son asesinadas por sus agresores después de la separación, a pesar de tener medidas cautelares de protección.
En cuanto al sistema penal de violencia de género en la República Dominicana, Susi Pola denuncia que los actores que intervienen vulneran los derechos de las víctimas y perpetúan la cultura de la impunidad. La Policía y el Ministerio Público desestiman a las víctimas basándose en estereotipos y prejuicios, y los jueces a menudo justifican la violencia de género, revelando la cultura arraigada en la sociedad.
La activista también critica la cultura de corrupción en la sociedad dominicana, donde incluso abogados y abogadas negocian y ignoran el fenómeno de la violencia de género. La falta de sensibilidad y respuesta adecuada a las víctimas por parte de las instituciones es una realidad que perpetúa la impunidad y la vulneración de los derechos de las mujeres.
Además, Susi Pola destaca el papel que juegan la familia y la prensa en la perpetuación de la violencia de género, al sensacionalizar y superficializar los casos para aumentar su audiencia. Esto dificulta aún más el acceso a la justicia y la reparación para las víctimas, que muchas veces acaban abandonando los procesos judiciales debido a la falta de apoyo y protección. La activista continúa alzando su voz en defensa de los derechos de las mujeres y los niños, y llamando la atención sobre la urgencia de cambiar las estructuras y prácticas que perpetúan la violencia de género en la sociedad dominicana.