El ministro de Educación, Ángel Hernández, se ha visto en medio de constantes críticas sobre su capacidad para dirigir la entidad durante su gestión, sin embargo, se defendió de estos ataques señalando que estos provienen de intereses políticos y económicos que rodean la administración del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al sector educativo. Explicó que el Ministerio de Educación, debido a su gran tamaño y los recursos que maneja, es objeto de apetencias por parte de diversos sectores, lo que ha generado descontento en algunos sectores al no ser beneficiados en la nómina. Hernández también reconoció haber desarrollado una reputación de ser "tacaño" en la administración de los fondos públicos.
El ministro comparó su situación con la de la Policía Nacional, afirmando que, en ocasiones, cuando ciertos grupos quieren provocar el cambio de un ministro, se generan problemas para desestabilizar su gestión. Hernández dijo que continuará trabajando para garantizar una gestión transparente y eficiente, a pesar de los desafíos políticos que enfrenta. Estas declaraciones fueron ofrecidas en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio. El cambio de gobierno ha generado aspiraciones dentro del propio partido, lo que ha provocado críticas hacia su gestión y cuestionamientos sobre su capacidad para liderar el Ministerio de Educación.
El ministro señaló que dentro del Ministerio de Educación hay muchas personas interesadas en administrar los recursos y fondos públicos destinados al sector educativo, lo que ha generado un ambiente de apetencias y descontento en algunos sectores que no se ven beneficiados en la distribución de estos recursos. Hernández se ha mantenido firme en su postura de administrar de manera eficiente y transparente los fondos públicos, buscando garantizar el acceso a la educación para todos los niños y jóvenes del país. A pesar de las críticas y desafíos políticos, el ministro ha reafirmado su compromiso con la mejora del sistema educativo y con la implementación de políticas que beneficien a la población estudiantil.
En un período de cambio de gobierno, Ángel Hernández ha enfrentado una serie de desafíos y cuestionamientos sobre su capacidad para dirigir el Ministerio de Educación. El ministro ha atribuido estos señalamientos a intereses políticos y económicos que rodean la administración de los fondos destinados al sector educativo, explicando que el Ministerio de Educación es objeto de apetencias y disputas por parte de diversos sectores. A pesar de las críticas, Hernández ha mantenido una postura firme en la administración de los recursos públicos, buscando garantizar la transparencia y eficiencia en su gestión. Sus declaraciones fueron realizadas durante el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde reafirmó su compromiso con la mejora del sistema educativo y con el acceso a la educación para todos los niños y jóvenes del país.
En medio de críticas y cuestionamientos sobre su gestión, el ministro de Educación, Ángel Hernández, ha defendido su labor al frente del Ministerio, atribuyendo los constantes ataques a intereses políticos y económicos que rodean la administración de los fondos destinados al sector educativo. Hernández ha reconocido haber ganado una reputación de ser "tacaño" en la administración de los fondos públicos, lo que ha generado descontento en algunos sectores que no se ven beneficiados en la distribución de estos recursos. A pesar de los desafíos políticos que enfrenta, el ministro ha asegurado que continuará trabajando para garantizar una gestión transparente y eficiente, buscando mejorar el sistema educativo y garantizar el acceso a la educación para todos los niños del país.