El papa Francisco concluyó su visita a Indonesia con una misa para aproximadamente 100,000 fieles y miles de personas que se acercaron a saludarlo. Durante esta jornada, el Papa también destacó la importancia de relanzar el diálogo con el islam y otras religiones para abordar conflictos y la destrucción ambiental. En su discurso, el Papa instó a los fieles a seguir haciendo ruido, en referencia a los Hechos de los Apóstoles en Jerusalén en Pentecostés.
A pesar del calor y la humedad, el papa recorrió los estadios llenos de fieles en papamóvil durante más de 45 minutos, saludando a todos a su paso. Tras la misa, dedicó tiempo a saludar a los fieles y bendijo a niños en el camino de regreso a la nunciatura donde se alojaba. Los 60,000 fieles presentes en el estadio principal, Gelora Bung Karno de Yakarta, fueron acompañados por otros 40,000 que siguieron la misa en pantallas en un estadio adyacente.
Los católicos en Indonesia representan el 31% de la población, alrededor de 8 millones de personas en un país de mayoría musulmana. Los fieles provenían de diversas parroquias de Indonesia, incluidas comunidades importantes como la de Flores y Papúa, muchos vestidos con trajes típicos. La visita del papa Francisco fue recibida con entusiasmo y fue una oportunidad para fortalecer la fe católica en la región y promover el diálogo interreligioso.
Durante su visita, el papa destacó la importancia de promover el diálogo entre diferentes religiones, especialmente con el islam, para abordar conflictos y trabajar juntos en la protección del medio ambiente. Este enfoque en el diálogo interreligioso refleja la postura de Francisco de buscar la paz y la colaboración entre comunidades religiosas, en lugar de la división y la confrontación. Su mensaje de unidad y respeto mutuo resonó entre los fieles en Indonesia y en todo el mundo.
La visita del papa Francisco a Indonesia no solo tuvo un impacto en la comunidad católica local, sino que también envió un mensaje a nivel global sobre la importancia de la tolerancia religiosa y la colaboración interreligiosa. A través de gestos como detener su coche para bendecir a niños en el camino, el Papa demostró su cercanía y compasión hacia los más vulnerables. Su llamado a seguir haciendo ruido en un mundo lleno de conflictos y desafíos resonó entre los fieles y más allá, recordando la importancia de la fe y la solidaridad en tiempos difíciles.
En un momento en el que el mundo enfrenta múltiples crisis, la visita del papa Francisco a Indonesia sirvió como un recordatorio de la necesidad de buscar la paz y la unidad a través del diálogo y la colaboración entre diferentes religiones. Su mensaje de esperanza y reconciliación resonó en un país diverso como Indonesia, donde la comunidad católica es una minoría pero sigue desempeñando un papel importante en la promoción de los valores evangélicos. La visita del Papa dejó una impresión duradera en la región y reafirmó su compromiso con la construcción de un mundo más justo y compasivo.