Residentes de Los Alcarrizos y Pedro Brand están sufriendo una crisis de falta de agua potable que ha durado entre tres y seis semanas. Además, deben pagar altos costos por un servicio que no están recibiendo. Muchos residentes se ven obligados a abastecerse de cubetas de agua de sus vecinos para poder ducharse, y en algunos casos incluso tienen que pagar camiones de agua a un costo de RD$1,500 a RD$2,000. La calidad del agua que reciben es a menudo turbia, lo que dificulta cocinar y lavar la ropa.
En el barrio La Unión de Los Alcarrizos, los residentes, especialmente los de la tercera edad como Berenice Frías y Digna Alcántara, están sufriendo graves consecuencias para su salud debido a la mala calidad del agua que reciben. Las enfermedades derivadas de la falta de limpieza adecuada en los inodoros son comunes. Elizabeth Tejeda también ha visto afectada la salud de su hija de tres años debido a esta situación.
Sonia Félix, una residente de la zona con 26 años viviendo allí, lleva seis semanas sin recibir agua. Ella y otros habitantes de la zona están lidiando con esta problemática utilizando el poco líquido que tienen para lo más básico. Por otro lado, el comerciante Roberto García ha sufrido pérdidas en sus productos, principalmente embutidos y carnes, ya que se ven obligados a botarlos o venderlos a bajo costo al no poder recibir el mantenimiento adecuado.
En Pedro Brand, la situación es similar, pero con la falta de servicio eléctrico. Residentes como Martín Bidó han visto cómo sus facturas han aumentado significativamente, pasando de pagar RD$700 a RD$2,500. A pesar de acudir a las oficinas pertinentes para reclamar, no han obtenido soluciones por parte de los representantes. En el mismo sentido, Mercedes Reynoso, residente del sector 27, ha experimentado daños en sus electrodomésticos debido a la inconsistencia del servicio.
La falta de agua potable y electricidad en Los Alcarrizos y Pedro Brand está causando estragos en la salud y la calidad de vida de los residentes. Se ven obligados a pagar tarifas elevadas por un servicio que no están recibiendo, lo que les lleva a tener que buscar alternativas como abastecerse de agua de cubetas de sus vecinos o contratar camiones cisterna a precios exorbitantes. Esta situación está teniendo un impacto negativo en el comercio local y en la economía de los residentes, que se ven obligados a desechar productos o venderlos a precios reducidos. Los residentes están frustrados por la falta de respuesta por parte de las autoridades locales, que hasta el momento no han ofrecido soluciones efectivas. La falta de agua y electricidad es una crisis que requiere una acción inmediata para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de estos municipios.