El sexo oral es una práctica común que ha sido adoptada por parejas estables y casuales, llegando incluso a tener su propio día no oficial el 6 de septiembre. Organizaciones como Planned Parenthood han tomado esta fecha para concientizar sobre la importancia de practicar sexo oral de manera saludable y placentera. Aunque muchas personas eligen métodos sexuales sin coito para prevenir el embarazo y reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual (ETS), es importante tener en cuenta que si no se utiliza preservativo correctamente, se corre el riesgo de transmitir o contraer alguna patología.
En los últimos años, se ha observado un aumento de las infecciones de transmisión sexual, que abarcan más de 30 enfermedades de este tipo. Entre las ETS más comunes que han visto un incremento en los últimos años se encuentran la sífilis y la gonorrea. El sexo oral sin protección también aumenta el riesgo de contraer el virus del papiloma humano (HPV), herpes, clamidia, hepatitis y amigdalitis gonocócica.
Las ETS más frecuentes producto del sexo oral sin protección incluyen la sífilis, que se transmite por relaciones sexuales sin preservativo con una persona infectada y puede presentar diferentes estadios. Además, la amigdalitis gonocócica, causada por bacterias gonocócicas, es más común en el sexo oral debido al contacto directo de la boca con los genitales. La gonorrea, causada por la bacteria Neisseria gonorrhoea, puede infectar los genitales, el recto y la garganta, siendo esta última la más grave de tratar.
El virus del papiloma humano (HPV) se transmite principalmente por vía sexual y puede causar ciertos tipos de cáncer, como el de cuello de útero. Es importante contar con un diagnóstico temprano para prevenir complicaciones. También se menciona el herpes, una ITS causada por un virus dividido en dos tipos, donde la transmisión puede ser también a través de medios no sexuales. La clamidia es otra ETS común que puede causar daños graves en el aparato reproductor, especialmente en mujeres.
Las infecciones por hepatitis A, B y C son una de las principales causas de enfermedad hepática crónica, cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular. La transmisión puede ocurrir a través del sexo oral, siendo más común en el caso de la hepatitis A y B. Es fundamental el uso de métodos de barrera, como los preservativos, para prevenir el contagio de estas enfermedades. En resumen, es crucial practicar sexo oral de manera segura y responsable para evitar el riesgo de contraer ETS y otras enfermedades infecciosas.