En el estado de Nueva York, se han registrado 14 tiroteos masivos en lo que va del año, con un saldo de 13 muertos y 65 heridos. El último incidente tuvo lugar en el condado de Brooklyn, donde una persona falleció y cuatro resultaron heridas. En total, se contabilizan 13 fallecidos y 65 heridos en todo el estado, algunos en estado grave. Además, se destaca el tiroteo ocurrido en la escuela secundaria Apalachee de Winder, Georgia, donde un menor de 14 años disparó contra sus compañeros de clase, resultando en dos estudiantes y dos profesores muertos, y nueve personas heridas.
El Servicio de Investigación del Congreso define un tiroteo masivo como un incidente en el que cuatro o más personas son asesinadas o heridas por armas de fuego en un solo evento y en una o más ubicaciones cercanas entre sí. Estudios han demostrado que la tasa de tiroteos masivos se ha triplicado desde 2011. El tiroteo masivo más mortal después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 ocurrió en Las Vegas en 2017, durante un festival de música country, donde 59 personas murieron y 851 resultaron heridas.
En Estados Unidos, según la organización Small Arms Survey, hay 120 armas de fuego por cada 100 habitantes. La posesión de armas de fuego está protegida por el derecho constitucional en el país. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que se produce un suicidio por armmas de fuego cada 21 minutos en Estados Unidos. Además, según estadísticas de Everytown, la violencia con armas en el país provoca la muerte de 40,000 personas y lesiona al doble en un año, generando un costo económico estimado en 557 mil millones de dólares.
El tiroteo en la escuela secundaria de Winder, Georgia, donde dos estudiantes y dos profesores fallecieron, ha impactado a varias familias dominicanas que residen en la localidad del incidente. Se desconoce si estudiantes de origen dominicano están involucrados en el incidente. La violencia con armas de fuego es un problema grave en Estados Unidos, con un alto número de tiroteos masivos y una amplia posesión de armas en la población. La situación ha llevado a debates sobre el control de armas y a medidas para prevenir futuros incidentes violentos.
La situación en Nueva York y en todo el país refleja la gravedad de la problemática de la violencia con armas de fuego. Los datos muestran un aumento en la frecuencia de tiroteos masivos y en la cantidad de víctimas, lo cual genera preocupación en la sociedad y en las autoridades. A pesar de los esfuerzos por abordar el problema, el acceso a armas de fuego y la violencia asociada continúan representando un desafío para la seguridad pública en Estados Unidos. Es necesario seguir trabajando en la implementación de medidas efectivas para prevenir la violencia armada y proteger a la población de futuros incidentes trágicos.