El juez del Tribunal Supremo de Nueva York, Juan M. Merchan, decidió retrasar la sentencia del juicio penal contra el expresidente y candidato a la presidencia, Donald Trump, hasta después de las elecciones presidenciales. En mayo, un jurado popular lo encontró culpable de falsificar documentos para silenciar a una actriz porno con la que había tenido una relación extramarital. El equipo legal de Trump había solicitado posponer la sentencia argumentando que interferiría en las elecciones del 5 de noviembre, donde se enfrenta a la demócrata Kamala Harris.
La Fiscalía no se opuso al aplazamiento de la sentencia. Trump puede enfrentar hasta cuatro años de prisión, pero es posible que se le imponga una sentencia más corta o se le otorgue libertad condicional. Sin embargo, el juez federal Alvin Hellerstein rechazó la petición de Trump de trasladar su caso penal por los pagos a la actriz porno Stormy Daniels a un tribunal federal. Hellerstein argumentó que los pagos de Trump a la actriz no están relacionados con sus actos oficiales como presidente.
Trump ha manifestado en varias ocasiones su creencia de que el sistema judicial está amañado y que existe una clara injerencia política en los casos en su contra. Considera que el hecho de ser juzgado en Nueva York, una ciudad que considera contraria a los republicanos, es un ejemplo de cómo la política contamina la justicia en la Gran Manzana. A pesar de las dificultades legales que enfrenta, Trump sigue siendo un candidato activo en las elecciones presidenciales.
El equipo legal de Trump solicitó el retraso de la sentencia para tener más tiempo para impugnar su condena y evitar posibles consecuencias políticas en su carrera hacia la Casa Blanca. Merchan accedió a la petición y programó la sentencia para después de las elecciones. A pesar de este aplazamiento, Trump ha tenido contratiempos legales, como la negativa del juez Hellerstein a trasladar su caso penal a un tribunal federal.
Aunque la Fiscalía no se opuso al aplazamiento de la sentencia, Trump continúa enfrentando posibles consecuencias legales por sus acciones. El expresidente ha expresado su descontento con el sistema judicial y ha denunciado una presunta injerencia política en su contra. A pesar de estos obstáculos legales, Trump se mantiene como candidato activo en las elecciones presidenciales y espera poder impugnar su condena y evitar cualquier repercusión en su carrera política.