El presidente Luis Abinader ha salido en defensa de la República Dominicana ante críticas externas relacionadas con el trato hacia Haití, las deportaciones, la postura de la ONU y comentarios de figuras como Claude Joseph y Diosdado Cabello. Abinader ha expresado la necesidad de que la comunidad internacional intervenga para ayudar a Haití a superar la crisis económica, política y social que enfrenta, en respuesta a las preocupaciones planteadas por organismos internacionales.
Abinader ha evitado hacer comentarios sobre Claude Joseph, ex primer ministro de Haití, indicando que preferiría escuchar sus opiniones desde lejos. Joseph, por su parte, ha acusado a Abinader de no comprender la grave crisis que atraviesa Haití y de aprovechar la falta de liderazgo en el país vecino para promover sus propios intereses. El presidente dominicano ha reiterado su postura de continuar con las deportaciones de haitianos y de no permitir la instalación de campos de refugiados en su territorio.
El presidente ha mencionado la posibilidad de realizar cambios en la política de su gobierno en respuesta a la crisis humanitaria en Haití, país que comparte la isla de La Española con la República Dominicana. Haití enfrenta graves problemas de inseguridad, con bandas criminales controlando gran parte del territorio y causando una gran cantidad de muertes y desplazamientos de población. Abinader ha afirmado que su país seguirá ayudando a Haití, pero también ha destacado la estabilidad económica de la República Dominicana en comparación con Venezuela.
Ante las amenazas de Diosdado Cabello, ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Abinader ha manifestado preocupación por la situación en ese país, pero ha asegurado que no teme a las advertencias del funcionario venezolano. Abinader ha resaltado la fortaleza económica de la República Dominicana en contraposición a la difícil situación que enfrenta Venezuela, destacando la estabilidad y el desarrollo económico del país caribeño a pesar de no contar con los recursos petroleros de Venezuela.
En medio de la tensión entre República Dominicana y Haití, Abinader busca promover la colaboración internacional para ayudar a superar la crisis en el país vecino. A pesar de las diferencias políticas y las críticas externas, el presidente dominicano sigue adelante con su plan de deportaciones y rechaza la instalación de campos de refugiados en su territorio. Abinader ha reiterado su compromiso de colaborar con Haití, pero también ha dejado claro que tiene la responsabilidad de proteger la seguridad y el bienestar de su propio país.
En un contexto regional complicado, con conflictos políticos y sociales en varios países de América Latina y el Caribe, Abinader busca mantener la estabilidad económica y política de la República Dominicana y contribuir a la solución de la crisis en Haití. A pesar de las tensiones y desacuerdos con líderes de otros países de la región, Abinader se mantiene firme en sus decisiones y busca promover el diálogo y la cooperación internacional para abordar los desafíos comunes que enfrentan los países de la región.