Seis actores y seis actrices se prepararon durante 14 semanas para presentar la primera exhibición de la obra "Leard: Rey sin corona" en la sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes. A pesar de la austera escenografía y vestuario, lograron mantener al público interesado en la trama durante más de cuatro horas. La obra, una adaptación de una pieza original de Shakespeare en el siglo XXI, se centraba en la historia de un rey llamado Leard y sus hijas, desencadenando luchas por el poder, la riqueza y la traición.
La trama de la obra gira en torno al rey Leard, quien convoca a sus tres hijas para que le demuestren su amor y, a cambio, les ofrece terrenos y fortuna como dotes. Dos de las hijas expresan un amor exagerado, mientras que la hija menor, Cornelia, se niega a hacerlo. Esto desencadena la furia del rey, quien la expulsa del reino sin nada más que un esposo. La obra plantea reflexiones sobre la naturaleza humana en tiempos difíciles, abordando temas como la ambición, la redención y el control.
El director de la obra, José Emilio Bencosme, considera que el contexto actual tanto a nivel nacional como global es propicio para abordar este tipo de textos que plantean preguntas existenciales. A medida que la trama avanza, se revelan las verdaderas intenciones de las hijas y el rey se da cuenta de que sus planes no eran tan nobles como creía. A pesar de la complejidad de la obra, los actores lograron conectar con el público y mantenerlo interesado a lo largo de las numerosas escenas y actos.
A pesar de un comienzo con poca asistencia, la obra logró generar interés y suspenso entre los espectadores. A medida que la trama se desarrollaba, las intrigas familiares y las traiciones iban dejando al rey en la miseria, sin cuidadores ni reino. La falta de continuidad de la trama sorprendió a muchos espectadores durante un receso, cuando se enteraron de que aún faltaba hora y media para el final de la obra. A pesar de esto, el elenco de actores, liderado por Teatro Lluvia, se mantuvo fiel a la representación hasta la última función.
En medio de un escenario austero y vestuarios clásicos, los actores lograron transmitir la complejidad de los personajes y las emociones que atravesaban a lo largo de la trama. La adaptación de una obra clásica como "Leard: Rey sin corona" al contexto actual permitió al público reflexionar sobre temas atemporales como el poder, la lealtad y la redención. A pesar de los desafíos y la duración de la obra, el elenco logró cautivar al público y mantenerlo entretenido hasta el último acto, demostrando su talento y dedicación en cada escena.