José Luis de Ramón, economista, sugiere que la Central Termoeléctrica Punta Catalina y las empresas distribuidoras de electricidad sean traspasadas al sector privado, siempre y cuando las empresas que las asuman aporten el equivalente a su valor por medio de una licitación, para que tengan el 50% de las acciones. Cuando se promulgó la Ley 141-97, que creó la Comisión de Reforma de la Empresa Pública, la capacidad de generación de energía eléctrica estaba por debajo de la demanda del país, por lo que se permitió la participación del sector privado para construir nuevas plantas de generación. Además, la distribución se privatizó, lo que suscitó un gran interés en invertir en este sector.
Debido a problemas coyunturales, como el precio del petróleo, los avances logrados para resolver los problemas del sistema eléctrico, que datan desde 1965, retrocedieron. Con la construcción de Punta Catalina, el Gobierno recibe muchos recursos, pero para cobrar el servicio debe invertir mucho dinero en subestaciones, contadores y transformadores, lo que no permite hacer eficiente la distribución. Por esta razón, De Ramón propone la construcción de otra planta con capital mixto, es decir, 50% aportado por el Estado y 50% por el sector privado, seguido de otro proceso de licitación para entregar las generadoras a una compañía extranjera con experiencia comprobada.
La escasez de energía conlleva pérdidas económicas, generación cara e ineficiente, y afecta tanto a las personas como a las empresas. En cuanto a la cobranza, se destaca que muchas personas, especialmente negocios, no pagan sus facturas de electricidad, por lo que se requiere un esquema administrativo eficiente. De Ramón menciona las compañías de telecomunicaciones en República Dominicana como ejemplo de eficiencia en la prestación de servicios y en la cobranza de facturas. En cuanto a la reforma de la Ley de Seguridad Social, De Ramón plantea ampliar las áreas de inversión de los fondos de pensiones, reducir los márgenes de intermediación de las AFP y aumentar los aportes para mejorar los beneficios para los trabajadores.
El economista enfatiza que la solución a largo plazo implica mejorar la educación para contar con trabajadores más calificados y mejor remunerados. Señala que el país está perdiendo inversión en el sector de zonas francas por la falta de personal con las competencias necesarias, por lo que considera crucial mejorar la calidad de la educación para aumentar la productividad y los salarios de los trabajadores, lo que a su vez les permitiría aumentar sus aportes al fondo de pensiones. En resumen, De Ramón aboga por una mayor participación del sector privado en la generación y distribución de energía, así como por ampliar las opciones de inversión de los fondos de pensiones y mejorar la educación para fortalecer la economía del país.