El cura católico húngaro Gergö Bese, quien es cercano al primer ministro Viktor Orbán y crítico de la propaganda LGTBI+, ha sido suspendido por la Iglesia católica tras revelarse su participación en orgías homosexuales. La Diócesis de Kalocsa-Kecskemét suspendió al párroco por órdenes del Vaticano, que abrió una investigación sobre serias acusaciones en su contra. Según la diócesis, esta decisión impuesta es la más severa que se aplica en Hungría.
El sacerdote Bese ha bautizado la sede de Orbán, el antiguo Monasterio de la orden de Carmelitas y las redacciones de medios afines al Gobierno húngaro. En declaraciones anteriores a los medios, había advertido sobre los peligros de la propaganda LGTBI+, apoyada por empresas como Google, Apple y Microsoft. Defendía que la familia tradicional está bajo ataque por parte de grupos liberales que promueven lo que él considera una desviación de la normalidad.
Tras su suspensión, Bese eliminó sus perfiles en redes sociales y reconoció haber pecado contra la Iglesia y su comunidad. De acuerdo con medios locales, el cura no solo participó en las orgías, sino que también las grabó y subió las grabaciones a plataformas de pornografía gay. Ha pedido perdón a todos los que ha ofendido y decepcionado. El sacerdote era conocido como el más ardiente partidario del Gobierno de Orbán y apoyaba abiertamente el cristianismo político.
El caso de Bese ha sido comparado en la prensa local con el de József Szájer, el ex eurodiputado del Fidesz de Orbán, quien participó en una orgía homosexual en Bruselas a finales de 2020. El eurodiputado dimitió tras el escándalo y se retiró de la política. Desde que llegó al poder en 2010, el Gobierno de Orbán ha promovido leyes que socavan los derechos de la comunidad LGTBI, prohibiendo el cambio de sexo y dificultando la adopción para parejas del mismo sexo.
En 2021, el Parlamento húngaro aprobó una ley que vincula la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe hablar sobre estos temas a menores de edad en escuelas o medios dedicados a ellos. El caso de Bese revela una contradicción entre sus posturas públicas como crítico de la LGTBI+ y su participación en orgías homosexuales. La suspensión del cura por parte de la Iglesia católica ha generado controversia en Hungría y ha sido comparado con otros escándalos similares de políticos cercanos a Orbán.