El 10 de enero de 2025, Edmundo González Urrutia será juramentado como presidente constitucional de Venezuela, según la líder de la oposición María Corina Machado. González, candidato opositor de 75 años, recibió asilo político en España después de que se emitiera una orden de detención en su contra por las autoridades venezolanas. A pesar de que la oposición afirma que González ganó las elecciones con un 70% de los votos, Nicolás Maduro fue declarado vencedor por el Consejo Nacional Electoral y un Tribunal Supremo de Justicia afín al oficialismo.
La salida de González del país se considera una victoria para el chavismo, pero la oposición lo ve como un movimiento estratégico en su lucha para sacar a Maduro del poder. Machado, quien se encuentra en el país de manera clandestina, reaccionó con un mensaje de esperanza y llamó a continuar la lucha hasta el final. La oposición espera que se den las condiciones para que haya una transición política en un país sumido en una crisis económica y social.
A pesar de la posición optimista de la oposición, los expertos no ven señales de fragmentación en el bloque chavista ni de una sublevación interna que pueda provocar una transición de poder. El chavismo ha logrado mantener su unidad y su respaldo militar a lo largo de los años. La oposición venezolana, por otro lado, se encuentra en un momento de debilidad con pérdida de líderes y falta de credibilidad, lo que dificulta su capacidad de acción.
Para Machado, la presión diplomática y las negociaciones son fundamentales para lograr un cambio político en Venezuela. Sin embargo, es poco probable que el chavismo esté dispuesto a negociar reconocimientos electorales, prefiriendo alternativas como la liberación de manifestantes arrestados o políticas de apertura económica. La oposición tendrá que definir su estrategia de cara a las elecciones regionales, locales y legislativas de 2025, y decidir si participar o abstenerse.
A pesar de la organización y el apoyo popular demostrado en las elecciones del 28 de julio, la salida de González deja a la oposición en un punto inicial sin muchas opciones claras. El tiempo hasta el 10 de enero de 2025 se presenta como una ventana para que ocurran cambios significativos en la política venezolana. La presión a nivel internacional y las acciones internas serán clave para lograr un giro en el statu quo actual y abrir posibilidades de transición política en Venezuela.