Alberto Fujimori, el ex presidente de Perú que gobernó entre 1990 y 2000, falleció a los 86 años en su hogar en San Borja. Desde su salida de la cárcel, donde estuvo 15 años, manifestó su deseo de regresar al poder junto a su hija Keiko Fujimori, pero una caída y rompimiento de cadera afectaron su salud en sus últimos días. Su repentina entrada a la política peruana lo mantuvo relevante por más de 30 años, pasando de ser presidente a cumplir una condena por crímenes cometidos durante su gobierno.
Antes de su participación en las elecciones presidenciales de 1990, Fujimori ocupó la presidencia de la Universidad Nacional Agraria La Molina. Posteriormente, se postuló al cargo público y sorprendió a todos al ganar las elecciones con un respaldo popular abrumador. Durante su mandato, enfrentó acusaciones de corrupción, incluso de su propia esposa, y en 1992 dio un golpe de Estado que lo convirtió en un dictador respaldado por gran parte de la población.
Las acusaciones de corrupción se intensificaron con la revelación de los famosos ‘Vladivideos’, que mostraban actos de corrupción en su gobierno. Esto llevó a su renuncia y posterior escape a Japón. Sin embargo, la herencia política de Fujimori continuó con su hija Keiko, quien afirmaba que su padre fue responsable de la derrota de Sendero Luminoso y la recuperación económica del país. Tras ser extraditado y sentenciado por diversos crímenes, fue indultado y luego vuelto a prisión.
En medio de una crisis política y protestas, el indulto a Fujimori fue revocado y tuvo que retornar a prisión. Sin embargo, en 2023 el Tribunal Constitucional aprobó un habeas corpus que le permitió recuperar su libertad después de más de 25 años. La CIDH rechazó esta decisión, ya que consideraba que Fujimori estaba cumpliendo una condena por graves violaciones a los derechos humanos. A pesar de esto, su legado político continúa con su hija y su partido en el Congreso.
La muerte de Alberto Fujimori no marca el fin de su legado político en Perú. A pesar de los cuestionamientos a su hija y su partido, siguen teniendo representación en el Congreso, aunque se han registrado divisiones dentro del grupo. Diversos acontecimientos políticos llevaron al ex presidente de vuelta a prisión, donde esperó el día de su muerte. A lo largo de más de 30 años en la política peruana, Fujimori dejó un legado controvertido y polémico que sigue generando debate en el país.