El expresidente peruano Alberto Fujimori, condenado por el asesinato de 25 peruanos y luego indultado, fue trasladado en un ataúd al Ministerio de Cultura en Lima. Acompañado por una multitud y el primer ministro Gustavo Adrianzén, el féretro fue llevado por seis cargadores y seguido por sus hijos, Keiko y Kenji, quienes mantenían una disputa política en los últimos años. La presidenta Dina Boluarte también estuvo presente en la sala y abrazó a los hermanos, a pesar de poseer un alto nivel de rechazo según las encuestas.
Keiko Fujimori anunció que su padre sería velado hasta el sábado y luego sepultado en un cementerio privado en Lima. La oficina presidencial expresó sus condolencias a la familia a través de las redes sociales. Los seguidores de Fujimori en los exteriores del Ministerio de Cultura expresaban su apoyo con cánticos y arrojando pétalos blancos al ataúd, demostrando la presencia del expresidente en todo el país, según gritaban.
El funeral de Alberto Fujimori se convirtió en un evento seguido por la prensa, con la presencia de figuras políticas y una amplia cobertura mediática. A pesar de su condena por crímenes de lesa humanidad, una parte de la población peruana aún lo respalda y lo considera un líder fuerte que tomó decisiones difíciles durante su mandato. Sin embargo, también hay un sector de la sociedad que lo repudia y protesta por su legado autoritario y los abusos de poder durante su gobierno.
La figura de Alberto Fujimori sigue siendo controversial en Perú, con un legado político que divide opiniones y genera debate en la sociedad. Su indulto en 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski fue controversial y generó protestas en todo el país. El regreso de Fujimori a la escena política, a través de sus hijos Keiko y Kenji, ha mantenido viva la polarización en el país, con sus seguidores y detractores enfrentados en una lucha constante.
El velorio y funeral de Alberto Fujimori en Lima representan un momento importante en la historia reciente de Perú, con un expresidente que dejó una huella imborrable en la política y sociedad peruana. Su legado continúa generando controversia y debate, con posiciones encontradas sobre su papel en la historia del país. Mientras sus seguidores lo recuerdan como un líder fuerte y decidido, sus detractores critican su autoritarismo y los abusos cometidos durante su gobierno.
El fallecimiento de Alberto Fujimori marca el final de una era en la política peruana, con su legado aún presente en la memoria colectiva del país. Su figura polémica seguirá siendo objeto de análisis y discusión en el futuro, con un impacto duradero en la historia de Perú. A pesar de las divisiones que genera su figura, su muerte representa el cierre de un capítulo en la historia política de Perú y el comienzo de una nueva etapa en la que se reflexionará sobre su legado y su impacto en la sociedad.