Jóvenes entre 14 y 30 años son los principales participantes en las carreras clandestinas de motocicletas en República Dominicana, según el director de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), general Francisco Ozoria de la Cruz. Estas actividades temerarias han resultado en la muerte de cinco personas este año. En un operativo reciente, se retuvieron 173 motores utilizados para estas carreras ilegales en diferentes partes del país.
Ozoria de la Cruz hizo estos comentarios durante una conferencia de prensa en el Centro de Retención Vehicular en Villa Mella, Santo Domingo Norte. Informó que la localidad de Guasumita en Monte Plata encabeza la lista con 40 motocicletas retenidas, seguida de Santiago de los Caballeros con 25, Bonao con 19, y otras áreas como Hato Mayor del Rey, la Circunvalación Santo Domingo-Yamasá, La Vega, entre otras, con cantidades menores. El operativo también abarcó La Laguna de Nisibón en La Altagracia, donde se retuvieron 11 motores, y el kilómetro 28 de la carretera a Villa Mella con seis.
Se llevaron a cabo incautaciones de motocicletas en la carretera Najayo-Nigua en San Cristóbal y en Don Juan, Yamasá. Según Ozoria de la Cruz, los propietarios de los vehículos al ver a los agentes de la Digesett, optaron por huir y dejar las motos abandonadas. El director de la entidad hizo un llamado a los conductores que participan en carreras clandestinas para que detengan esta práctica debido al alto riesgo que representa tanto para sus vidas como para las de los demás usuarios de las vías públicas.
La lucha contra las carreras clandestinas de motocicletas continuará siendo prioritaria para la Digesett, aseguró Ozoria de la Cruz. Las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir esta práctica ilegal que pone en peligro la seguridad vial y la vida de los ciudadanos. A través de operativos como el mencionado, se busca desalentar a los jóvenes y conductores irresponsables que participan en estas actividades peligrosas.
Es importante destacar que las carreras clandestinas de motocicletas no solo representan un riesgo para los participantes, sino que también afectan la tranquilidad y la seguridad de la población en general. La imprudencia al volante y el desacato a las leyes de tránsito son comportamientos que deben ser erradicados a través de la educación vial y el cumplimiento de las normativas vigentes. La Digesett insta a los conductores a respetar las normas y a conducir de manera responsable en beneficio de todos los ciudadanos.
En conclusión, las carreras clandestinas de motocicletas son una práctica peligrosa que ha cobrado la vida de varias personas en República Dominicana. Las autoridades están tomando medidas para combatir este problema y proteger la seguridad vial. Es fundamental concienciar a los jóvenes y conductores sobre los riesgos de estas actividades ilegales y promover una cultura de respeto por las leyes de tránsito. La Digesett continuará trabajando para prevenir accidentes y garantizar la seguridad en las carreteras del país.