La Casa Blanca advirtió a Nicolás Maduro que tomará acciones adicionales si no publica los resultados de las elecciones venezolanas del 28 de julio. El portavoz de Seguridad Nacional, John Kirby, señaló que Estados Unidos no descarta aplicar más sanciones en el futuro si el presidente venezolano no cumple con esta solicitud. Kirby instó a Maduro a dar a conocer los datos electorales para que se pueda verificar la voluntad del pueblo venezolano en los comicios.
El gobierno de Estados Unidos impuso sanciones a 16 funcionarios venezolanos, incluidos miembros del Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y la Asamblea Nacional, por proclamar falsamente la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales de julio. Entre los sancionados se encuentran la presidenta del Tribunal Supremo, la presidenta de la Comisión de Registro Civil y Electoral del CNE y el vicepresidente de la Asamblea Nacional. Además, el Departamento de Estado prohibió la entrada al país de funcionarios vinculados a Maduro que hayan socavado el proceso electoral en Venezuela.
La Casa Blanca subrayó que Maduro tiene la responsabilidad de tomar decisiones en beneficio del pueblo venezolano y publicar los resultados de las elecciones. En caso de no cumplir con esta exigencia, Estados Unidos tomará medidas adicionales por cuenta propia. El gobierno venezolano rechazó enérgicamente las sanciones impuestas por Estados Unidos, calificándolas como un nuevo crimen de agresión. Maduro acusó a Estados Unidos de incumplir compromisos sobre el levantamiento de las sanciones y consideró las medidas coercitivas como ilegítimas e ilegales.
Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se intensificaron a raíz de las sanciones impuestas por la Casa Blanca a funcionarios venezolanos. Maduro ha calificado estas medidas como una forma de agresión por parte de Estados Unidos, que pretende imponer su voluntad sobre el gobierno venezolano. Las autoridades venezolanas han denunciado una intervención extranjera en los asuntos internos del país y han rechazado las sanciones como una violación de la soberanía nacional.
El gobierno de Nicolás Maduro se enfrenta a una creciente presión internacional, especialmente por parte de Estados Unidos, que busca impulsar un cambio de régimen en Venezuela. Las sanciones aplicadas a funcionarios venezolanos son parte de una estrategia para debilitar al gobierno de Maduro y fomentar un cambio político en el país. El presidente venezolano ha rechazado estas medidas y ha instado a su gobierno a resistir la presión externa para mantener la estabilidad y la soberanía de Venezuela.