El Gobierno español ha decidido rebajar la tensión con Venezuela y ha calificado como "soberana" la decisión de Nicolás Maduro de llamar a consultas a su embajadora en España y convocar al embajador español en Caracas. La ministra de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, no quiso comentar estas decisiones soberanas. La crisis diplomática se desencadenó después de que la ministra española de Defensa, Margarita Robles, calificara al Gobierno de Maduro de dictadura y criticara la falta de democracia en Venezuela.
El Gobierno español se ha mantenido en silencio frente a los comentarios de Margarita Robles, los cuales han recibido el apoyo de la derecha española. A pesar de ello, el ministro de Asuntos Exteriores ha señalado la voluntad del Ejecutivo de mantener buenas relaciones con el pueblo de Venezuela y proteger los intereses de las empresas españolas en el país sudamericano. Asimismo, el ministro de Economía ha garantizado que el Gobierno defenderá los intereses de España si es necesario.
La oposición venezolana ha expresado su confianza en que la crisis diplomática no se agrave, ya que considera que el régimen de Maduro no tiene interés en romper las relaciones con España. Sin embargo, han destacado la importancia de que España reconozca a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. La escalada de tensión se intensificó después de que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, recibiera a González Urrutia, abanderado de la oposición venezolana que ha solicitado asilo político en España.
El alto representante para la Política Exterior de la UE ha recordado que el bloque comunitario no puede reconocer Gobiernos ni Estados, pero sí puede reconocer la legitimidad democrática de quienes ostentan el poder. En este sentido, ha afirmado que el control territorial en Venezuela sigue estando en manos de Maduro. El canciller de Venezuela ha advertido a España de no inmiscuirse en asuntos internos del país y ha asegurado que tomarán medidas para proteger su soberanía.
La presión sobre Maduro está aumentando, con sanciones anunciadas por Estados Unidos contra funcionarios venezolanos por proclamar a Maduro como ganador de las elecciones de julio. El Parlamento Europeo podría reconocer a Edmundo González como vencedor de las elecciones, mientras que el partido de ultraderecha Vox ha pedido el embargo de bienes de los miembros del régimen venezolano en España. Evo Morales ha condenado la intromisión del Parlamento español en asuntos internos de Venezuela y ha criticado a España por albergar a la derecha latinoamericana conspiradora.
En medio de la crisis diplomática, Edmundo González Urrutia ha mantenido un perfil bajo en Madrid y ha mantenido encuentros políticos con figuras como Mariano Rajoy y Felipe González. Mientras tanto, la derecha española presiona para tomar medidas en contra de Maduro, como el embargo de bienes del régimen. Borrell ha pedido que se apliquen sanciones específicas a Maduro y a su círculo cercano por violaciones de los derechos humanos en Venezuela.