En un reciente informe, se planteó la importancia de diversificar la experiencia y la oferta complementaria como estrategia para mejorar la competitividad de una ciudad. Esto significa que las ciudades deben ampliar sus actividades turísticas y culturales para atraer a una mayor variedad de visitantes. Al ofrecer una gama más amplia de experiencias y servicios, las ciudades pueden diferenciarse de sus competidores y crear un valor único para los turistas.
Uno de los aspectos importantes que se destacaron en el informe fue la seguridad ciudadana y vial, que se colocó como el cuarto eje de la estrategia de desarrollo de la ciudad. Esto significa que las autoridades locales deben priorizar la seguridad de los residentes y visitantes, tanto en términos de prevención del delito como de seguridad vial. Mejorar la seguridad en la ciudad puede tener un impacto significativo en la percepción de los turistas y en su experiencia de visita.
Además de la seguridad, el informe también hizo hincapié en la importancia de ofrecer una variedad de opciones de alojamiento, desde hoteles de lujo hasta opciones más económicas como albergues y Airbnb. Al ofrecer una amplia gama de opciones de alojamiento, las ciudades pueden atraer a diferentes segmentos de turistas, desde aquellos que buscan una experiencia de lujo hasta aquellos que viajan con un presupuesto limitado.
Otro aspecto clave que se destacó en el informe fue la importancia de promover la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental en el desarrollo turístico de la ciudad. Esto significa que las autoridades locales deben trabajar para minimizar el impacto negativo del turismo en el medio ambiente y en la comunidad local. Promover prácticas sostenibles y responsables no solo es importante para proteger el entorno natural de la ciudad, sino que también puede ser un factor clave para atraer a turistas conscientes del medio ambiente.
En resumen, el informe planteó la importancia de diversificar la experiencia y la oferta complementaria en el desarrollo turístico de una ciudad. Esto incluye priorizar la seguridad ciudadana y vial, ofrecer una variedad de opciones de alojamiento y promover la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. Al implementar estas estrategias, las ciudades pueden mejorar su competitividad en el mercado turístico y crear una oferta única y atractiva para los visitantes. La diversificación de la experiencia turística puede beneficiar tanto a los residentes como a los turistas, creando un entorno más seguro, variado y sostenible para todos.