El sueño es esencial para mantener a las personas descansadas, saludables y con la capacidad de procesar nueva información. La calidad del sueño es tan importante como la cantidad, ya que la falta de un buen descanso puede afectar el rendimiento diario, causando problemas de memoria, irritabilidad y dificultades para pensar con claridad. De acuerdo con el somnólogo Erick Alcántara, la interrupción constante del ciclo del sueño también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y cerebrales. Un 45% de la población sufre de insomnio, el trastorno del sueño más común en el mundo, y en muchos casos, este problema tiene origen genético.
Para lograr un sueño reparador, el doctor Alcántara ofrece algunas recomendaciones. Estas incluyen establecer un horario regular para ir a la cama y levantarse, realizar actividad física diaria, evitar pantallas antes de dormir, dormir en un ambiente adecuado y acostarse solo cuando se sienta sueño. También se ofrecen recomendaciones específicas según la edad: los niños necesitan alrededor de 14 horas de sueño al día, los adolescentes requieren aproximadamente 12 horas y los adultos deberían dormir entre 7 y 8 horas por noche. Es importante limitar la ingesta de líquidos antes de dormir, evitar la cafeína por la tarde, exponerse a la luz natural y tener en cuenta la posición al dormir.
El ritmo circadiano, el reloj biológico interno que regula los patrones de sueño, también es mencionado como un factor importante. Las personas que trabajan de noche o tienen horarios irregulares pueden experimentar una desincronización de este ritmo, lo que puede afectar su calidad de sueño. En estos casos, el uso de lentes oscuros al dirigirse a casa después del trabajo y dormir en una habitación completamente oscura puede ser beneficioso. Estas recomendaciones fueron ofrecidas por Alcántara en el programa Matinal de Telemicro, canal 5.
En resumen, tener un buen descanso es fundamental para la salud y el bienestar general. La falta de sueño puede tener consecuencias graves en el rendimiento diario y aumentar el riesgo de enfermedades. Para lograr un sueño reparador, es importante establecer rutinas saludables, como mantener un horario regular, realizar actividad física, evitar pantallas antes de dormir y dormir en un ambiente adecuado. Además, es importante tener en cuenta las recomendaciones específicas según la edad y la importancia del ritmo circadiano en la calidad del sueño. Con pequeños cambios en nuestros hábitos diarios, podemos mejorar la calidad de nuestro sueño y, por ende, nuestra calidad de vida.