Los ruidos, el desorden, la música alta y los sectores tomados por antisociales están afectando la vida sana y la tranquilidad de los residentes que ya no pueden dormir ni descansar. En lugares como Villas Agrícolas en el Distrito Nacional, la población vive constantemente con los ánimos exacerbados debido al ruido, la venta de drogas y la música alta, eventos que son permitidos por acuerdo entre antisociales y agentes policiales.
Los profesionales, como el doctor Luis Vergés, experto en salud mental, expresan una fuerte preocupación por el deterioro de la salud mental que experimentan los habitantes de estos sectores debido a la falta de sueño causada por el ruido constante que perturba a la gente. En lugares como Villas Agrícolas, en la calle Moca con Sagrado Ercira Díaz, la situación se ha vuelto insostenible debido a que los centros de diversión perturban la salud mental de los residentes y mantienen un ambiente de desorden constante.
Los residentes de Villas Agrícolas se ven afectados por la instalación de bocinas en vehículos que elevan el ruido y la música a niveles insoportables, especialmente durante la tarde y la noche. Muchas personas con familiares enfermos y postrados en cama se encuentran en una situación desesperada al no poder descansar ni conciliar el sueño. Incluso, se ha señalado que una persona que vive en el extranjero mantiene estos negocios ilegales con el apoyo de agentes policiales.
La situación en Villas Agrícolas es caótica, con negocios como Wader Music generando desorden y molestias en la calle, pero los residentes temen hablar sobre esta problemática por miedo a represalias. La presencia de vehículos bloqueando las entradas, consumo de drogas, humo, malos olores, orina en las calles y otros comportamientos inapropiados hacen que sea imposible para los residentes llevar una vida tranquila en su propio hogar.
El problema de los ruidos y el desorden afecta a diversas ciudades de la República Dominicana, como Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís, San Cristóbal, Bonao y La Vega. Estas situaciones tienen un impacto negativo en la salud mental y acústica de los residentes, generando irritabilidad, estrés, ansiedad, insomnio, problemas de concentración, conflictos interpersonales y otros síntomas asociados con el estrés causado por el ruido.
Los ruidos representan un grave daño para la salud mental y física de las personas, causando problemas como aumento de la producción de adrenalina, aumento de la presión arterial, problemas auditivos y otros efectos nocivos. La incapacidad de controlar el ruido puede tener serias consecuencias para la salud y el bienestar de la población, afectando la capacidad de las personas para descansar y ser productivas en sus actividades diarias.