En una comunidad de Sangre Linda, en la provincia de Dajabón, dos hermanas, Julia Castillo Contreras y Zeneida Castillo Contreras, fueron sepultadas después de fallecer en un trágico accidente. Las dos mujeres iban en un motor Honda Super Cub cuando fueron atropelladas por un Jeep Suzuki Jimmy negro cuyo conductor aún no ha sido identificado. Las hermanas habían salido de su casa para visitar a su padre en el hospital de Partido, donde había sido ingresado por problemas de salud.
El accidente causó una gran conmoción en la comunidad y dejó a la familia destrozada por la pérdida de las dos hermanas. El conductor del vehículo que las atropelló se dio a la fuga y aún no ha sido capturado. Ante esta tragedia, el encargado de la Defensa Civil en Partido-Dajabón, Joselín Peralta, ha instado a las autoridades a colocar reductores de velocidad en el municipio para prevenir futuros accidentes y evitar que más vidas se pierdan en las carreteras.
La noticia del accidente y la muerte de las hermanas ha causado un gran dolor y tristeza en la comunidad de Sangre Linda y en todo el municipio de Partido. La pérdida de Julia y Zeneida ha dejado a sus familiares, amigos y vecinos con un profundo sentimiento de pesar. Se espera que se haga justicia y se encuentre al responsable del accidente para que pueda responder por sus acciones.
El momento de la sepultura de las hermanas fue especialmente emotivo, con familiares y amigos llorando la pérdida de Julia y Zeneida. Sus cuerpos fueron enterrados en el cementerio local en medio de una gran muestra de afecto y solidaridad por parte de la comunidad. Las dos hermanas eran muy queridas y su muerte ha dejado un vacío que será difícil de llenar.
El hecho de que las hermanas fueran atropelladas mientras se trasladaban en un motor ha generado preocupación entre los residentes de la zona y ha reavivado el debate sobre la seguridad vial en el municipio de Partido. Se espera que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad de los transeúntes y evitar que más tragedias como esta ocurran en el futuro. La comunidad espera que se haga justicia y que el conductor responsable sea encontrado y llevado ante la ley.
En medio del dolor y la tristeza, la comunidad de Sangre Linda se ha unido para apoyar a la familia de las hermanas fallecidas y para exigir justicia por lo ocurrido. Las muestras de solidaridad y afecto han sido numerosas, demostrando el cariño y respeto que se tenía a Julia y Zeneida en el lugar donde vivían. Se espera que la memoria de las dos hermanas perdure en el corazón de quienes las conocieron y amaron.