La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es un problema común que afecta las arterias del cuerpo y aumenta la carga de trabajo del corazón al bombear la sangre. Esta condición puede tener un grave impacto en los riñones, órganos vitales responsables de filtrar desechos y toxinas de la sangre, regular líquidos y minerales, y producir hormonas que controlan la presión arterial. La hipertensión se define generalmente como una lectura de presión arterial de 130/80 o más, y puede llevar a enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal crónica.
Las causas exactas de la presión arterial alta en la mayoría de los casos son desconocidas, pero existen factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollarla, como antecedentes familiares de hipertensión, enfermedad renal crónica, sobrepeso, consumo excesivo de sal, píldoras anticonceptivas, diabetes y alcohol. Los hombres tienen más probabilidades de tener presión arterial alta hasta los 45 años, mientras que después de los 54, las mujeres superan en número a los hombres con esta condición.
La hipertensión puede dañar los riñones al destruir los vasos sanguíneos que los alimentan, lo que puede afectar su capacidad para filtrar la sangre y eliminar residuos. Este daño puede provocar un ciclo de mayor daño a los riñones, ya que la presión arterial alta también puede interferir en la capacidad de los riñones para regular la presión arterial de manera efectiva. Controlar la presión arterial es crucial en el manejo de la enfermedad renal crónica y puede ayudar a prevenir el daño adicional a los riñones.
Para controlar la hipertensión y mantener los riñones sanos, es importante realizar cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, evitar alimentos procesados, reducir la ingesta de sodio y aumentar el consumo de frutas y verduras. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a medicamentos para controlar la presión arterial alta. Es esencial trabajar en colaboración con el equipo de atención médica para manejar la presión arterial y minimizar el riesgo de enfermedad renal, ya que las decisiones tomadas en el estilo de vida pueden tener un gran impacto en el control de la hipertensión.
Según el Dr. Ivan Porter II, nefrólogo de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, la presión arterial alta puede tener efectos graves en la salud, como enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales crónicas. Es fundamental comprender cómo la hipertensión puede afectar la salud de los riñones y tomar medidas para proteger la salud renal a través del control de la presión arterial y la adopción de un estilo de vida saludable. Por lo tanto, mantener una comunicación constante con el equipo de atención médica y realizar cambios positivos en el estilo de vida puede ser crucial para prevenir complicaciones relacionadas con la presión arterial alta y la enfermedad renal.