Las explosiones de aparatos electrónicos han golpeado a Líbano, con al menos 20 muertos y más de 450 heridos durante los funerales de las víctimas de las explosiones anteriores. Los residentes de Líbano muestran desconfianza hacia quienes utilizan dispositivos electrónicos, después de los ataques con beepers y walkie-talkies, y la segunda ola de explosiones que causaron pánico en la multitud y obligaron a abandonar los funerales para buscar un lugar seguro.
Durante los funerales, la gente se mostró desafiante y furiosa, con escenas de terror y caos debido a las explosiones repentinas. La multitud se dispersó en diferentes direcciones al escucharse las detonaciones, obligando a los presentes a huir en busca de seguridad. A pesar del miedo, la gente se mantuvo firme, llevando pancartas y banderas para honrar a los fallecidos y expresar su resistencia y determinación en medio de la tragedia.
Los médicos en el Centro Médico Universitario del Hospital Monte Líbano atendieron a los heridos y se vieron obligados a realizar cirugías de emergencia para salvar vidas. El oftalmólogo Elias Warrak describió el martes como el peor día de su vida, teniendo que extirpar los ojos de muchas víctimas que sufrieron heridas graves en los ataques. Con un ambiente de conmoción y dolor, el personal médico elogió la paciencia y fortaleza de los familiares de las víctimas en medio de la tragedia.
El caos y la tragedia se apoderaron de Líbano, con al menos 20 muertos y más de 450 heridos en explosiones de aparatos electrónicos. Hezbolá señaló que los beepers pertenecían a miembros de la organización y confirmó la muerte de sus combatientes, culpando a Israel por los ataques. La conmoción en todo el país es evidente, con escenas horribles y heridas graves que han dejado a la población interrogándose sobre la magnitud de la tragedia.
El país se encuentra en un estado de incredulidad y conmoción, incapaz de comprender la magnitud de las explosiones y los motivos detrás de los ataques. Las heridas causadas por las explosiones han dejado a muchos en estado crítico, con la pérdida de dedos y lesiones graves en diferentes partes del cuerpo. La resistencia y la determinación del pueblo de Líbano se hacen evidentes en medio de la tragedia, mostrando una vez más su unidad y solidaridad en tiempos difíciles.
Las explosiones repentinas de aparatos electrónicos han dejado un rastro de muerte y destrucción en Líbano, con una serie de ataques que han sacudido a la población y generado miedo y desconfianza hacia los dispositivos electrónicos. Los funerales de las víctimas se vieron interrumpidos por las detonaciones, obligando a la multitud a huir en busca de seguridad y generando un ambiente de caos y confusión. Los médicos y el personal médico han trabajado incansablemente para atender a los heridos y salvar vidas, enfrentando escenas desgarradoras y heridas graves que han impactado profundamente a la sociedad libanesa.