El papa Francisco participó en la reunión de los Movimientos Populares en el Vaticano, donde hizo un llamado a los ricos para que compartan sus bienes y paguen más impuestos con el objetivo de distribuir la riqueza entre los pobres y la clase media. Expresó su deseo de que los económicamente poderosos se animen a compartir sus bienes de manera fraternal, no como limosna, ya que considera que todos los bienes tienen un destino universal y derivan de la creación.
En este evento, que conmemoraba el décimo aniversario de la primera reunión del papa con organizaciones de trabajadoras y trabajadores humildes de los cinco continentes, el pontífice instó a los privilegiados en el mundo a tomar este paso para ser más felices y contribuir a la fraternidad entre los seres humanos. Señaló que muchas veces las grandes fortunas no están relacionadas con el mérito, sino que provienen de la explotación de personas, la evasión de impuestos, la corrupción o el crimen organizado, lo que genera injusticias y divisiones sociales.
Francisco advirtió sobre el peligro de la división social, que puede llevar a la violencia verbal, física e incluso a conflictos armados. Citó un ejemplo de represión policial a trabajadores en una manifestación y criticó la falta de inversión en justicia social. El papa recordó que Jesús también fue duro con los ricos, y enfatizó la importancia de políticas justas y racionales que acompañen a la justicia social para evitar la lógica del despilfarro humano.
Además, el pontífice hizo un llamamiento a los gigantes de la web y a las empresas de Inteligencia Artificial para que sean menos arrogantes, respeten las normas y paguen impuestos. También los instó a asumir su responsabilidad en la difusión de contenidos inapropiados, como la pornografía infantil y los juegos de azar. Expresó su preocupación por la promoción de las apuestas en línea por parte de las estrellas del fútbol, señalando que este tipo de prácticas afecta principalmente a los trabajadores y a los pobres, y puede destruir familias enteras.
En definitiva, el papa Francisco abogó por una redistribución más justa de la riqueza, donde los ricos asuman su responsabilidad social y contribuyan al bienestar de toda la sociedad. Su mensaje en la reunión de los Movimientos Populares resaltó la importancia de la solidaridad y la fraternidad entre los seres humanos, y llamó a actuar con conciencia y generosidad para construir un mundo más equitativo y pacífico.