En una reciente entrevista, el reconocido catedrático español Javier del Rey Morató expresó su preocupación por la situación de la democracia en América Latina y en el resto del mundo. Señaló que la democracia está en peligro a nivel global y enfatizó que si Estados Unidos enfrenta desafíos democráticos, esto afecta a todo el mundo. Asimismo, comparó las acciones del expresidente Donald Trump con las del mandatario venezolano Nicolás Maduro, afirmando que Trump incitó a la toma del Congreso, lo cual considera inaceptable.
En relación a América Latina, del Rey Morató destacó que la región ha enfrentado fracasos en su desarrollo y en la consolidación de la democracia. Afirmó que muchos países latinoamericanos tienen asignaturas pendientes en términos de desarrollo y en la lucha contra la pobreza. Además, señaló que la figura del caudillo ha predominado en la historia política de la región, lo que ha limitado el avance democrático.
El catedrático analizó la democracia como un sistema político que, si bien no brinda ilusiones como la revolución, intenta equilibrar valores como la representatividad, la libertad y la igualdad. Destacó que la democracia busca dar a cada valor lo que puede, sin satisfacer completamente a ningún grupo, ya que hace lo que está a su alcance. Utilizó el ejemplo del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para ilustrar cómo, al buscar maximizar un valor como la igualdad, se pueden poner en riesgo otros aspectos fundamentales como la libertad.
En cuanto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del Rey Morató cuestionó su eficacia en la resolución de conflictos y problemas a nivel global. Se preguntó qué acciones ha tomado la ONU para abordar crisis como la de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y criticó la falta de resultados concretos en situaciones como las elecciones fraudulentas en Venezuela. Sin embargo, reconoció que la ONU tiene limitaciones, posiblemente impuestas por los propios países latinoamericanos, que dificultan la adopción de medidas más drásticas.
Finalmente, el catedrático destacó la importancia de la existencia de la ONU y de las reuniones internacionales como espacios para el diálogo y la búsqueda de soluciones a problemas globales. Aunque reconoció que la organización no siempre cumple con su potencial máximo, considera que su existencia es fundamental para la cooperación internacional. En este sentido, destacó la necesidad de que la ONU pueda actuar con mayor contundencia en situaciones de crisis, especialmente en América Latina.