Con más de cinco décadas de experiencia trabajando con la juventud y el deporte, Fernando Teruel, también conocido como el inmortal del Deporte, ha dedicado su vida a transmitir valores y consejos a niños y jóvenes en el ámbito deportivo. Gracias a la crianza que recibió de sus padres, Teruel se ha destacado por llevar charlas, conferencias y clínicas a cientos de jóvenes en todo el país, enfatizando la importancia de mantenerse alejados de malas influencias.
Una anécdota que destaca la labor de Teruel ocurrió cuando un joven se acercó a él en un supermercado de la capital para agradecerle por darle un consejo que lo ayudó a salir de la mala compañía en la que se encontraba. Este joven, que ahora estaba casado y esperaba un hijo, le confesó a Teruel que se había convertido a Cristo y se había dedicado a su familia, lo cual conmovió profundamente al inmortal del Deporte.
En otra ocasión, Teruel se presentó en un destacamento policial en La Vega para acompañar a uno de sus jugadores juveniles que había sido arrestado en una redada. A pesar de la hora tardía, el entrenador decidió pasar la noche en la celda junto al joven para brindarle apoyo y demostrarle que estaba dispuesto a estar a su lado en todo momento.
A lo largo de su carrera, Teruel se ha destacado como un hombre de aulas, dedicado a dar clases y transmitir sus enseñanzas a jóvenes en el ámbito educativo. Además, es el único entrenador que ha dirigido a la selección nacional en todas sus categorías, desde mini-benjamín hasta la selección máster, demostrando su versatilidad y habilidades en el campo deportivo.
Con solo 23 años, Teruel logró dirigir al equipo Los Astros de Montecarlo hacia la conquista de un campeonato en 1975, siendo uno de los entrenadores más jóvenes en lograr este éxito. Además, a sus 65 años de edad, obtuvo otro título al dirigir al equipo de Bameso en el torneo distrital en el 2012, convirtiéndose en una figura emblemática en el mundo del baloncesto dominicano.
A lo largo de su carrera, Teruel ha cosechado una gran cantidad de amigos y admiradores en el mundo del baloncesto, lo que le llena de felicidad y satisfacción. Su dedicación a transmitir valores, consejos y enseñanzas a la juventud lo ha convertido en un referente en el deporte dominicano, dejando un legado importante en la formación de futuras generaciones de atletas.