En la década de 1975, Fernando Teruel recibió la oferta de dirigir a los Astros de Montecarlo en Santo Domingo, lo cual fue motivo de conflicto con su madre. A pesar de la oposición inicial de su madre, Teruel decidió aceptar la oferta y trasladarse a la capital dominicana para dirigir al equipo de baloncesto de Montecarlo.
Desde muy joven, Teruel mostró interés por el baloncesto, influenciado por su hermano Papi Teruel. A los siete años, comenzó a jugar baloncesto, aunque al principio tenía dificultades para encestar la pelota en el aro. A los 15 años, descubrió su pasión por jugar y dirigir en este deporte, lo que lo llevó a tener una exitosa carrera como técnico de básquet.
En 1973, Teruel fue seleccionado por el doctor Humberto Rodríguez para dirigir la selección nacional de Minibasket. Desde entonces, Teruel ha demostrado su amor por la Patria y su compromiso con el deporte. Considera que el país está por encima de todo y que le debe mucho a la República Dominicana, manifestando su deseo de seguir aportando a la juventud y al deporte.
A pesar de su exitosa carrera como técnico de básquet, Teruel reconoce que debe bajar un poco el ritmo de trabajo y dedicar más tiempo a su familia y a él mismo. A pesar de sus logros, no busca la inmortalidad como fin de su vida, sino seguir trabajando con niños y mujeres en el ámbito deportivo, contribuyendo de esta manera al desarrollo del baloncesto en el país.
Teruel destaca la importancia de seguir apoyando a la juventud y reconoce que su país es su mayor inspiración. A lo largo de su carrera, ha demostrado su dedicación al baloncesto y su compromiso con el desarrollo deportivo en República Dominicana. A pesar de los retos y obstáculos que ha enfrentado, su pasión por el deporte lo ha llevado a seguir adelante y a continuar contribuyendo al crecimiento del baloncesto en su país.