Rafael Inoa Santana, alias Felo, El Cojo, El Hombre, fue deportado de los Estados Unidos en 2016 después de cumplir una condena de 12 años por conspiración e intento de distribución de drogas. Al regresar a la República Dominicana, inició el fortalecimiento de sus conexiones con asociados colombianos y venezolanos para intensificar el tráfico de sustancias controladas.
Para ocultar su pasado criminal, Inoa Santana cambió algunos datos de su identidad. Junto con Isidoro Rotestan Clase, también conocido como "El Men", se creó una empresa criminal dedicada al narcotráfico, tráfico de armas, sicariato y lavado de dinero. Esta organización operaba desde el Distrito Nacional y tenía ramificaciones en varias provincias del país.
La estructura criminal dirigía operaciones de narcotráfico internacional desde Colombia y Venezuela hacia República Dominicana, Puerto Rico, Estados Unidos y Europa. Utilizaban lanchas rápidas, barcos pesqueros y vuelos comerciales para transportar grandes cargamentos de drogas. Se estima que la organización lograba triplicar el valor de las drogas una vez llegaban a su destino final.
Se identificaron un total de 12 operaciones de narcotráfico internacional entre los años 2020 y 2022. La organización logró movilizar grandes cantidades de drogas, con un decomiso total de 1.418,60 kilogramos de estupefacientes. Las drogas eran almacenadas en distintas propiedades en la República Dominicana antes de ser enviadas a Puerto Rico, Miami y Barcelona para su distribución.
Además de Rafael Inoa Santana, hay otros implicados en la red de narcotráfico internacional desarticulada a través de la Operación Búfalo NK, como José Antonio Toribio, Juan Henrique Tavárez, Severiano Núñez Pichardo, Germania Mercedes Natalí Román, Maritza Flete Santana, Robert Nicolás Acosta Adames y Cristian Estévez Alcántara Javier. El Ministerio Público solicita 18 meses de prisión preventiva como medida de coerción para este grupo.
La audiencia para conocer las medidas de coerción se llevará a cabo el viernes 27. Las autoridades dominicanas continúan trabajando en la desarticulación de estas organizaciones criminales que operan a nivel internacional y que tienen conexiones en varios países latinoamericanos.