La ofensiva del ejército israelí contra Hezbolá en respuesta al constante lanzamiento de cohetes hacia el Estado de Israel dejó al menos 500 muertos en Líbano el lunes 23 de septiembre. Los ataques israelíes contra el grupo islamista resonaron en la Asamblea General de la ONU que se llevó a cabo en Nueva York, donde los países árabes demandaron una acción urgente de la comunidad internacional ante el riesgo de una guerra regional total.
Los bombardeos israelíes contra cientos de posiciones de Hezbolá en Líbano provocaron la muerte de 492 personas, incluidos 35 niños, a pesar de los llamados internacionales a la moderación para evitar una conflagración regional como la que está ocurriendo en Gaza, según el Ministerio de Salud libanés. Hezbolá respondió lanzando más de 100 proyectiles hacia Israel, alcanzando ciudades como Haifa y partes de Cisjordania, con la mayoría de los misiles interceptados pero dejando dos personas heridas en el norte de Israel.
La situación se torna cada vez más grave, con la impotencia de silenciar las armas en Gaza y la ofensiva israelí en el sur de Líbano en medio de la Asamblea General de la ONU. Tanto el secretario general de la ONU, António Guterres, como el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, expresaron su alarma ante la posibilidad de una guerra total. Los aliados de Líbano han solicitado una intervención inmediata de las potencias internacionales para detener a Israel y evitar una guerra regional global.
Estados Unidos ha instado a la moderación y está en contacto constante con sus homólogos, tratando de evitar que el conflicto entre Israel y las milicias apoyadas por Irán se expanda. El presidente Joe Biden ha trabajado en la desescalada de la situación y ha reforzado la presencia militar estadounidense en la región como medida de precaución. Los aliados de Hezbolá condenaron la agresión israelí en Líbano, calificándola de bárbara, mientras que Irán acusó a Israel de querer ampliar el conflicto en Oriente Medio.
Irán, principal apoyo de Hezbolá en Líbano, ha alertado sobre las peligrosas consecuencias de los ataques israelíes y ha expresado su preocupación por una posible conflagración regional. En Irak, el gran ayatolá Ali Sistani pidió detener la agresión y proteger al pueblo libanés. La situación sigue siendo crítica, con un riesgo latente de una escalada del conflicto y el desplazamiento de la atención de Gaza hacia Líbano. La comunidad internacional debe actuar de manera urgente para evitar una guerra total en la región.