Una investigación bipartidista del Senado encontró múltiples fallas en el Servicio Secreto antes del intento de asesinato del expresidente Donald Trump durante un acto de campaña en julio. El reporte señaló problemas en la planificación, las comunicaciones, la seguridad y la asignación de recursos, lo que llevó a consecuencias nefastas en el incidente en Butler, Pensilvania. El presidente del Comité de Seguridad Nacional, Gary Peters, describió las fallas como previsibles, evitables y directamente relacionadas con el tiroteo.
Se reveló que no había una cadena de mando clara entre el Servicio Secreto y otras agencias de seguridad, además de que no se contaba con un plan para cubrir el edificio desde donde el tirador disparó hacia Trump. Las comunicaciones entre los responsables de seguridad eran deficientes, con agentes operando en diferentes canales de radio y un operador de drones sin experiencia no pudo pedir ayuda cuando tuvo problemas. El Servicio Secreto fue informado sobre la presencia del tirador en el tejado solo dos minutos antes de que abriera fuego, hiriendo a Trump y a otras personas.
El informe del Senado también reveló que aproximadamente 22 segundos antes de los disparos, un policía local alertó sobre la presencia de un individuo en el edificio, pero esta información no llegó al personal del Servicio Secreto. Un francotirador del Servicio Secreto indicó que vio a agentes corriendo hacia el edificio sin desalojar a Trump del escenario. Estas fallas fueron reconocidas en un informe previo de la agencia y serán discutidas en una reunión del Comité de la Cámara de Representantes que investiga el tiroteo.
El Servicio Secreto afirmó que ha implementado algunas recomendaciones del comité del Senado y ha aumentado la seguridad de Trump al más alto nivel posible. Se comprometió a colaborar de manera transparente con el Congreso y otras entidades en la investigación del intento de asesinato. Además, se están evaluando soluciones a largo plazo para mejorar la comunicación y la coordinación con otros socios de seguridad a nivel federal, estatal y local. El comunicado del Servicio Secreto llega poco después de que se hiciera público un segundo intento de asesinato contra Trump en Florida.
La investigación del Senado destaca la gravedad de las fallas en el Servicio Secreto que llevaron al intento de asesinato de Donald Trump durante un acto de campaña en julio. Se identificaron problemas en la planificación, las comunicaciones y la seguridad, así como deficiencias en la coordinación con otras agencias de seguridad. El Servicio Secreto ha tomado medidas para aumentar la seguridad del expresidente y mejorar la comunicación con otros organismos supervisores en respuesta a las recomendaciones del comité del Senado. El incidente en Pensilvania ha generado preocupaciones sobre la eficacia y la preparación del Servicio Secreto en la protección de altos funcionarios del gobierno.