El 17 de junio de 1994 se inauguró la Copa del Mundo de Estados Unidos con una victoria de Alemania sobre Bolivia. Mientras tanto, en Broadway, los Rangers de Nueva York celebraban la obtención de la Copa Stanley de la NHL. En Oakmont, Pennsylvania, Arnold Palmer jugaba su último Abierto de Estados Unidos a los 72 años. En Houston, Rockets y Knicks disputaron el quinto juego de las finales de la NBA. Sin embargo, la atención se centró en el ex jugador de fútbol americano, O.J. Simpson, acusado del asesinato de su ex esposa, Nicole Brown, y Ronald Goldman.
El arresto de O.J. Simpson se complicó cuando intentaron detenerlo y descubrieron que no estaba en su casa. A través de su abogado, se enteraron de que había amenazado con quitarse la vida y se había fugado en una camioneta Ford Bronco. La policía lo consideraba un fugitivo y lanzó una búsqueda masiva en Los Ángeles. La camioneta fue avistada circulando por la autopista con Simpson en la parte trasera y una pistola apuntando a su cabeza. La persecución fue seguida por millones de espectadores en vivo por televisión.
Zoey Tur, una reportera que pilotaba un helicóptero, fue la primera en seguir la persecución y transmitirla en vivo. La camioneta de Simpson circulaba a baja velocidad, seguida por una caravana de patrulleros en una escena que parecía un desfile. La audiencia televisiva alcanzó un récord de 95 millones de personas, convirtiendo la persecución de Simpson en uno de los momentos más vistos de la historia de la televisión. La gente estaba hipnotizada por la combinación de un crimen famoso y la vida real de una celebridad.
La Ford Bronco recorrió ochenta kilómetros durante casi dos horas antes de regresar a la casa de Simpson, donde finalmente se entregó a la policía. A pesar de la dramática persecución, Simpson fue arrestado sin incidentes y llevado a juicio por los asesinatos de su ex esposa y Ronald Goldman. La persecución en sí se convirtió en un evento icónico que algunos consideran como el precursor de los reality shows modernos. La historia de O.J. Simpson capturó la atención del público y sigue siendo recordada como uno de los momentos más impactantes y controvertidos de la televisión.