El juez del juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso un año de prisión preventiva a ocho acusados de formar parte de una red de narcotráfico internacional. Los acusados fueron encontrados con aproximadamente dos toneladas de cocaína procedente de Colombia y Venezuela. El principal implicado, Rafael Ynoa Santana, conocido como El Cojo, Pocho, y El Don, admitió su culpabilidad y cumplirá la medida en la cárcel de La Romana. Además, otros siete individuos fueron enviados a la cárcel de Najayo-Hombres. La pareja sentimental de Ynoa Santana, Germania Mercedes Natalia Román, y otra mujer identificada como Maritza Flete Santana, también enfrentan medidas restrictivas.
La procuradora de la Corte de Apelación, Sourelly Jáquez Vialet, afirmó que el tribunal tomó la decisión de imponer la prisión preventiva tras considerar la gravedad de los hechos. Se trata de un caso de tráfico internacional de drogas con pruebas contundentes sobre el rol de cada uno de los imputados. Los fiscales argumentan que se trata de un caso de crimen organizado debido a la comisión de varios delitos y la asociación de malhechores. La cantidad de investigados y víctimas, así como las posibles penas de hasta 20 años de prisión, respaldan la declaración de caso complejo.
El grupo fue arrestado en un operativo simultáneo realizado en varias provincias de República Dominicana, con la participación de diferentes agencias de seguridad y contrainteligencia. Según la solicitud de medida de coerción, la red presuntamente movilizaba grandes cargamentos de drogas desde Suramérica hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa a través de República Dominicana. Una vez en territorio dominicano, se organizaban las logísticas para enviar las drogas a destinos finales, donde su valor se triplicaba, generando ganancias ilícitas para los miembros de la estructura criminal.
La implicación de diversas agencias de seguridad nacional e internacional en la operación confirma la magnitud del caso y la importancia de desmantelar redes de narcotráfico de esta envergadura. Los acusados enfrentan cargos relacionados con tráfico de drogas, sicariato, cobro compulsivo y lavado de activos, lo que refleja la complejidad y el alcance de sus actividades delictivas. La prohibición de salida del país y la presentación periódica de los imputados refuerzan la seriedad con la que se trata este caso y la necesidad de garantizar la seguridad ciudadana.
La ubicación estratégica de República Dominicana como punto de tránsito para el narcotráfico hacia otros destinos, como Puerto Rico, Estados Unidos y Europa, ha sido aprovechada por estas organizaciones criminales para llevar a cabo sus operaciones ilícitas. La cooperación internacional entre las agencias de seguridad y contrainteligencia es fundamental para abordar este tipo de delitos en un contexto transnacional. Las medidas coercitivas impuestas a los acusados indican un avance en el combate contra el crimen organizado y la protección de la sociedad ante estas amenazas.