En cada noche electoral de Estados Unidos existe la posibilidad de un empate de votos electorales entre los dos candidatos. En estas elecciones, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrentarán en unos comicios muy ajustados en los que no se puede descartar ningún escenario. En Estados Unidos, el presidente no se elige por el voto popular, sino por el sistema del Colegio Electoral, compuesto por 538 votos electorales, siendo necesario alcanzar al menos 270 para ganar.
En caso de un empate a 269 votos entre Harris y Trump, la Constitución de Estados Unidos prevé que la Cámara de Representantes desempate la situación en una sesión especial a partir del 6 de enero. Cada delegación estatal tendría un voto, lo que podría favorecer a Trump debido a la mayoría republicana en la Cámara. Por su parte, la elección del vicepresidente se decidiría en el Senado, donde el candidato que logre 51 apoyos se convertiría en el vicepresidente.
Aunque un empate en el Colegio Electoral es un escenario improbable, no se puede descartar por completo. Nebraska, que reparte sus votos electorales por distritos, podría marcar la diferencia en un posible empate. En un escenario donde Harris ganara en los estados clave del Medio Oeste y Trump en otros estados cruciales, el voto de Omaha en Nebraska sería determinante para definir al ganador. Los republicanos intentaron modificar las leyes para evitar esto, pero su intento fracasó en septiembre.
Además, una combinación de victorias en estados como Pensilvania, Míchigan, y Carolina del Norte para Trump, y en Arizona, Georgia, Nevada y Wisconsin para Harris, podría resultar en otro empate de votos electorales. Sin embargo, esta combinación sería sorprendente teniendo en cuenta la tradición electoral de estos estados. A pesar de que nunca ha habido un empate en el Colegio Electoral, es importante tener en cuenta las posibles situaciones que podrían surgir en las elecciones de Estados Unidos.
En resumen, un empate de votos electorales entre los candidatos en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos no es imposible y es importante conocer cómo se resolvería esta situación de acuerdo a la Constitución del país. Aunque es un escenario poco probable, factores como la composición de la Cámara de Representantes y el Senado podrían definir quién se convierte en el próximo presidente y vicepresidente de Estados Unidos en caso de un empate en el Colegio Electoral.