La Conferencia del Episcopado Dominicano expresó su opinión sobre las deportaciones masivas de haitianos irregulares anunciadas por el Estado dominicano. Reconocen el derecho de cada nación a aplicar sus leyes migratorias, pero hacen un llamado a que estas políticas se lleven a cabo con justicia y respeto a la dignidad humana. Se cuestiona cómo están ingresando los haitianos de manera ilegal, quiénes les permiten hacerlo sin la documentación adecuada y qué sucede durante su detención.
La pastoral de la Iglesia católica en República Dominicana insta a que se eviten situaciones dolorosas para los migrantes, como tratos injustos, deportaciones arbitrarias y separaciones familiares. Se hace hincapié en la solidaridad hacia el pueblo haitiano recordando los momentos en los que República Dominicana extendió la mano ante catástrofes. Se pide a la comunidad internacional que no olvide a Haití y cumpla con los acuerdos establecidos para superar la crisis humanitaria, social, económica e institucional que enfrenta el país vecino.
Los operativos de deportación de 10 mil haitianos por semana comenzaron en el Gran Santo Domingo según lo acordado en el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional liderado por el presidente Luis Abinader. La Dirección General de Migración (DGM) asegura que se están llevando a cabo con respeto a los derechos humanos, prudencia y uso proporcional de la fuerza como lo planteó el presidente Abinader. Se están realizando ajustes a nivel estratégico, de inteligencia, logística, capacidad, protocolo de detención y vehículos, contando con la colaboración de otras instituciones.
Se hace una reflexión sobre la presencia de Dios en los migrantes y se pide tanto sabiduría para discernir esa presencia como valentía para actuar según su voluntad, construyendo puentes de esperanza y fraternidad. La iglesia católica se pronuncia a favor de un trato justo y humano hacia los migrantes, evitando la corrupción en la frontera y asegurando que las deportaciones se realicen de manera justa y respetuosa. Se espera que las autoridades mantengan una actitud caritativa hacia el pueblo haitiano, recordando la ayuda brindada en momentos difíciles.
La pastoral reitera la importancia de cumplir con los acuerdos internacionales para apoyar a Haití en su crisis, buscando superar las dificultades tanto humanitarias como económicas que enfrenta el país. Se pide a la comunidad internacional que no olvide la situación de Haití y que se comprometa a cumplir con los acuerdos establecidos en diferentes foros. Se hace un llamado a la sabiduría y valentía para actuar de acuerdo a la voluntad de Dios, construyendo un futuro de esperanza y fraternidad para todos. Los operativos continúan en el Gran Santo Domingo con la colaboración de diversas instituciones públicas.