Los economistas Nelson Suárez, Miguel Collado, Apolinar Veloz y Antonio Ciriaco Cruz analizaron la propuesta de reforma fiscal presentada por el ministro Jochi Vicente, concluyendo que esta tendrá un impacto negativo en la población. Collado Di Franco, del CREES, señaló que la reforma afectará a los hogares a través de mayores costos por concepto de IVA, impuestos selectivos, aumento en renta de inmuebles y mayores pagos por derechos de circulación. Esto resultaría en menores ahorros de los hogares, reduciendo los fondos disponibles para inversiones y disminuyendo la tasa natural de crecimiento económico.
Por su parte, Veloz expresó que la reforma fiscal afectará principalmente a los sectores populares, quienes serán gravados incluso por la compra de productos básicos como plátanos, guineos o aguacates. Consideró que la reforma es regresiva y que los sectores menos favorecidos serán los más perjudicados, mientras que los grupos empresariales se beneficiarán de los proyectos gubernamentales. En general, se considera que la propuesta no favorece a la población, sino al Gobierno y a los grupos privilegiados.
Ciiriano Cruz destacó aspectos positivos de la reforma fiscal, como la eliminación de anticipos para microempresas y reducciones para pequeñas y medianas empresas, así como la eliminación de exenciones fiscales para el turismo. Apoyó la mejora en el salario mínimo y señaló que la ampliación del Itebis afectaría principalmente a la clase media, más que a los sectores de bajos ingresos. Sin embargo, consideró que la reforma no cerrará el déficit del sector público, ya que el Gobierno busca recaudar RD$110,000 millones.
En cuanto a la falta de medidas para corregir los déficits del sector eléctrico y del Banco Central, Suárez mencionó que estos han representado pérdidas superiores a los US$28,600 millones en los últimos 20 años. La propuesta de reforma fiscal, que incluye un aumento en el salario mínimo del sector público a RD$15,000, es criticada por no tener en cuenta el impacto en el ahorro, la inversión, la productividad y la creación de empleo, así como por no medir adecuadamente los ingresos adicionales y los gastos que se pretenden cubrir con los impuestos.
En resumen, la reforma fiscal presentada por el Gobierno ha generado preocupación entre economistas, quienes anticipan un impacto negativo en la población y en la economía en general. Aunque algunos aspectos de la propuesta son vistos como positivos, como la eliminación de exenciones fiscales y la mejora en el salario mínimo, se critica la falta de medidas para corregir déficits estructurales y el enfoque fiscalista que parece priorizar los intereses del Gobierno y de los grupos empresariales. La incertidumbre sobre el impacto real de la reforma y la falta de consideración de aspectos clave como el ahorro y la inversión generan dudas sobre su efectividad a largo plazo.