El huracán Milton está avanzando por la costa del Golfo de México en dirección a Tampa y St. Petersburg, y miles de personas están huyendo de la zona en busca de un lugar más seguro después de los daños dejados por el huracán Helene hace menos de dos semanas. Se espera que Milton sea un huracán extremadamente peligroso, con la magnitud de los daños dependiendo de su marejada ciclónica y del número de personas que evacuen.
El huracán Helene tocó tierra en la franja noroeste de Florida el 26 de septiembre, dejando al menos 236 muertos y un número indeterminado de desaparecidos. La tormenta de categoría 4 causó inundaciones torrenciales que destruyeron casas y árboles, dejando a miles de personas sin electricidad ni agua durante días. Varios fallecidos fueron el resultado de la caída de árboles, incluyendo una pareja de ancianos y una madre con sus hijos. Muchos propietarios de viviendas enfrentan la reconstrucción sin tener un seguro contra inundaciones.
El huracán Beryl fue el primer huracán de la temporada de 2024 en el Atlántico, alcanzando la categoría 5 antes de degradarse a categoría 4. Aunque golpeó Texas como una tormenta de categoría 1, se le atribuyeron al menos 36 muertes y daños estimados entre 28.000 y 32.000 millones de dólares. Por otro lado, el huracán Idalia azotó Florida en 2023 con vientos de 201 km/h, dejando 12 muertos y causando daños por valor de 3.600 millones de dólares.
El huracán Ian, que afectó a Florida en 2022, fue el más costoso en la historia del estado y el tercero más costoso en todo Estados Unidos, causando más de 112.000 millones de dólares en daños. Además, se registraron más de 150 muertes directas o indirectas. Por otro lado, el huracán Ida de 2021 dejó 91 personas muertas en nueve estados y daños valorados en 36.000 millones de dólares en Luisiana. Zeta y Delta en 2020 también causaron víctimas mortales y millones en daños.
En el caso del huracán Laura de 2020, que fue de categoría 4, llegó a la costa de Luisiana con vientos de 240 km/h y una marejada ciclónica de 4,5 metros en algunas zonas. Causó 47 muertes directas en Estados Unidos y La Española, así como daños de aproximadamente 19.000 millones de dólares en EEUU. Estos huracanes han dejado una huella de destrucción en Estados Unidos, con un alto costo en vidas humanas y daños materiales, lo que subraya la importancia de la preparación y la respuesta ante estos fenómenos naturales.