Varios congresistas demócratas de Nueva York, junto con profesionales, oficiales electos, miembros de la comunidad y ciudadanos dominicanos, condenaron los actos vandálicos contra la oficina del congresista Adriano Espaillat. En un comunicado, los congresistas federales destacaron su apoyo a la libertad de reunión y protesta pacífica, pero señalaron que los actos de vandalismo no son tolerables y deben ser condenados.
Durante el último mes, la oficina del congresista Espaillat ha sido atacada y vandalizada en varias ocasiones, lo que pone en peligro tanto a sus constituyentes como a los empleados del Congreso. Los legisladores enfatizaron que estos actos de intimidación interrumpen las operaciones de las oficinas y los servicios sociales necesarios para la comunidad.
En un día de conmemoración por el aniversario del ataque de Hamás a Israel, en el que murieron muchas personas, incluidos ciudadanos estadounidenses, la oficina de Espaillat fue vandalizada nuevamente. La delegación de congresistas se unió en la condena de la violencia, el acoso y la intimidación, y prometió trabajar juntos para asegurar que los responsables sean procesados legalmente.
La declaración de prensa fue firmada por varios congresistas federales, así como por prominentes líderes dominicanos en Nueva York. Estos líderes dominicanos, incluyendo médicos, asambleístas, abogados, empresarios y líderes comunitarios, expresaron su repudio a los actos vandálicos y resaltaron el papel de Espaillat como defensor de la comunidad latina y los inmigrantes en Nueva York.
Adriano Espaillat, el primer dominicano-estadounidense en servir en el Congreso de los Estados Unidos, ha sido un defensor de los intereses de las minorías y un símbolo de representación para la comunidad dominicana en Nueva York. El ataque contra su oficina ha generado indignación y preocupación entre los dominicanos, que lo ven como un luchador por la justicia social.
En medio de la indignación por los actos vandálicos contra la oficina de Espaillat, los congresistas demócratas y líderes dominicanos se unieron en un llamado a la justicia y a la condena de la violencia. El apoyo a Espaillat y la defensa de la libertad de protesta pacífica fueron temas clave en la respuesta a estos actos de intimidación.