Alex Navalny, líder opositor ruso y feroz crítico del presidente Vladímir Putin, escribió unas memorias tituladas "Patriota" antes de su fallecimiento en febrero de este año. En los extractos publicados por la revista New Yorker, Navalny expresó su convicción de que moriría en prisión, donde cumplía una pena de 19 años por cargos que él describió como motivados por razones políticas. A pesar de aceptar su destino, las memorias reflejan su determinación en la lucha contra la corrupción en Rusia y su negativa a renunciar a sus convicciones.
Las autoridades rusas han rechazado cualquier implicación en el envenenamiento de Navalny con una neurotoxina, así como en su posterior muerte en prisión. Navalny fue encarcelado tras regresar de Alemania en 2021, donde se recuperaba del envenenamiento, y desde entonces enfrentó varias penas de cárcel. El editor de sus memorias anunció que el libro sería publicado en octubre, describiéndolo como la última carta al mundo del político fallecido, quien empezó a trabajar en él durante su recuperación y continuó escribiéndolo en prisión.
En los extractos de las memorias, Navalny detalla cómo afrontaba su encarcelamiento imaginando el peor escenario posible y aceptando su destino, incluso llegando a expresar su resignación a morir en prisión. A pesar de ello, manifestó su determinación en seguir luchando contra el autoritarismo y la corrupción en Rusia desde su confinamiento. Además, mostró un sentido del humor único al relatar anécdotas de su tiempo en prisión, como una apuesta con sus abogados sobre la duración de su condena.
La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, destacó en un comunicado la importancia del libro como legado de la vida y compromiso inquebrantable de Alexei con la lucha contra la dictadura. Afirmó que compartir su historia inspirará a otros a defender lo que es correcto y a no perder de vista los valores fundamentales. Las memorias de Navalny ya han sido traducidas a 11 idiomas y se espera que también se publiquen en ruso, alcanzando así a un público más amplio y contribuyendo a mantener vivo el legado del líder opositor en la lucha por la democracia y la justicia en Rusia.
En los escritos, Navalny hace referencia a su regreso a Rusia a pesar de los peligros que enfrentaba, indicando que no quería renunciar a su país ni traicionar sus convicciones. Afirmó que, si las convicciones tienen algún valor, uno debe estar preparado para defenderlas y hacer sacrificios si es necesario. A través de sus palabras, Navalny dejó un mensaje de resistencia y valentía para aquellos que luchan por la libertad y la justicia en un entorno político represivo como el de Rusia, manteniendo viva su memoria y su legado en la lucha continua contra la corrupción y la injusticia en el país.